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La plataforma jurídica Cubalex documentó el uso de la técnica de tortura conocida como “la bicicleta” en cárceles de Cuba, a través del testimonio de varios presos políticos.
El tipo de tortura conocido como “la bicicleta” consiste “en esposar a los reclusos y lanzarlos escaleras abajo”, según explica la organización en una publicación de este jueves en su perfil de Facebook, donde han venido describiendo, en los últimos días, algunas de las formas de tortura usadas en las prisiones del país.
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De acuerdo con Cubalex, los presos políticos Félix Navarro, Lázaro Díaz, José Rolando Casares, Maykel Castillo, Danilo Maldonado, José Díaz Silva y Yunisbel Valido dijeron tener conocimiento de este método de tortura empleado en las prisiones del Combinado del Este y Valle Grande (La Habana), Agüica (Matanzas), Guajamal (Villa Clara) y Kilómetro 5½ (Pinar del Río). Algunos pudieron identificarla por su nombre, mientras que otros la reconocieron, pero sin nombrarla de manera específica.
José Rolando Casares confirmó la aplicación de esta forma de tortura en Pinar del Río, aunque dijo que en el presidio de esa provincia lo que se conocía como “bicicleta” consistía en esposar al reo con las manos pegadas a los tobillos.
El expreso político Danilo Maldonado, por su parte, también confirmó el uso de esta técnica, aunque, según su testimonio, lo que se conoce como “bicicleta”, en la prisión de Valle Grande, es la práctica de esposar a los reclusos con las manos detrás y que dos guardias lo agarren por un pie y lo arrastren corriendo (ya sea en superficie lisa o por escaleras) hasta llegar a un lugar donde hay otros oficiales que lo golpean en grupo con las tonfas.
Según el resumen de Cubalex, Maykel Castillo también dijo presenciar en la prisión Guajamal, en Villa Clara, cómo lanzaban a personas esposadas por las escaleras, y Yunisbel Valido confirmó que en la misma prisión tiraban a los reclusos esposados desde una escalera de cuatro metros de altura que subía al penal y, cuando llegaban abajo, los seguían golpeando.
Sin embargo, para Castillo y Alcibíades Idelmaro Brizuela “la bicicleta” se refiere a una forma de traslado en la que esposan al recluso con las manos a la espalda, a continuación, el guardia pasa su mano por entre los brazos del prisionero y lo agarra por el cuello, obligándolo a caminar doblado y prácticamente en punta de pies. Esta misma forma de traslado fue identificada por Valido como “la carretilla”.
Por último, Cubalex apunta que, según el relato de Castillo, existe una variante mucho más violenta de la técnica conocida como “la bicicleta”, en la que algunos reclusos han llegado a perder la vida.
Se trata de un método mediante el cual, a algunas de las personas que lanzan por las escaleras esposadas, luego las tiran hacia arriba por los escalones mientras les dan golpes, patadas y les pisan la cabeza.
Unos días atrás, esta organización hizo públicos numerosos testimonios de torturas a presos políticos en cárceles cubanas usando esposas.
Una de las técnicas documentadas, según el testimonio de varios presos, se denomina “colgar de las esposas”, una forma de tortura que “consiste en esposar al recluso de un brazo y la otra esposa fijarla de un lugar alto, de manera que la extremidad quede suspendida y en una posición en la que la persona no pueda sentarse”. En esa posición dejan al prisionero por espacios de tiempo prolongados que pueden incluso llegar a las 24 horas o más.
A finales de abril, Cubalex presentó, en conjunto con otras 13 organizaciones cubanas e internacionales, un informe ante el Comité Contra la Tortura de Naciones Unidas, en el cual identificaba 14 métodos de torturas y tratos crueles contra disidentes en Cuba, que violan los estándares internacionales sobre derechos humanos.
Entre las formas sistematizadas en el informe se encuentran los actos de repudio, el uso de gas pimienta, la exposición a altas temperaturas y los desnudos forzados para revisión corporal.
Este jueves también se tuvo noticia, gracias al testimonio del preso político Pedro Albert Sánchez, de golpizas a dos presos, el pasado 8 de mayo, en la prisión de Valle Grande, en La Habana.
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