Al menos 173 hectáreas (ha) de papa se perderán este año en Ciego de Ávila, en lo que puede considerarse como la peor cosecha del tubérculo durante los últimos 20 años.
Según un reporte del periódico local Invasor, dentro de las causas principales de la desastrosa campaña agrícola sobresalen las inclemencias del tiempo y la mala planificación de recogida que realizaron los especialistas de la Delegación de la Agricultura del territorio.
Las lluvias más recientes impidieron que la tierra se secara y provocaron la pudrición de al menos 34 millones de plantas, a pesar de que se movilizaron, a última hora, un total de 26 máquinas recolectoras, provenientes incluso de otras provincias.
Raúl Monguía Rodríguez, especialista de la Agricultura en Ciego dijo que, entre el inicio de la cosecha en marzo y el mes actual se perdieron campos de hasta cuatro toneladas (t) de papa, lo que bajó los rendimientos habituales de 20 y 25 t por cada ha.
Monguía Rodríguez agregó que a inicios de abril promediaron 18,6 t/ha, después, a principios de mayo, bajaron a 12,7 t/ha, y en esta segunda mitad del mes la cifra descendió hasta solo 10 t/ha. Asimismo señaló que los malos resultados pudieron pronosticarse desde el principio, cuando la humedad del suelo hizo que se aplazara el inicio de la siembra.
En noviembre de 2021 no se pudo surcar y fertilizar en las 110 ha por donde debía empezar el cultivo y se fue acumulando un atraso. “Ahí perdimos 17 días. Debíamos terminar el 10 de enero y concluimos la siembra el 27 porque, además, la semilla importada llegó tarde. El 30 de diciembre aún la estábamos recibiendo y en algunas variedades debemos esperar varios días a que germine para poder plantarlas”, aclaró el especialista.
Estas demoras provocaron que la cosecha se extendiera hasta el periodo lluvioso y ya en abril se pronosticaba la pérdida del 40% de varios campos. Tampoco llegaron a tiempo las máquinas recolectoras provenientes de Mayabeque, Cienfuegos y Villa Clara, pues en esas provincias también se realizaba la cosecha del tubérculo.
“Ni entraron todos los recursos ni entraron en tiempo. Solo el herbicida pre-emergente entró al 100%, aunque no fue el indicado. En el caso de los químicos no llegaron al 30% y hay aplicaciones para la hoja fina y redonda, que son como el Rosefín de los humanos… Al no tenerlo, pues florecieron los hongos y se agudizaron las pérdidas”, admitió el funcionario.
De acuerdo con el periódico oficialista, todavía no se conoce la cifra total de las pérdidas, aunque de acuerdo con varias aproximaciones, de un plan de 22,400 toneladas de papa, solo se cosecharon 11,300, sembradas en un área de 1,130 ha.
Desde finales de abril pasado trascendió la terrible campaña de siembra del tubérculo que se realizaría en Ciego de Ávila. Para esa fecha, se estimó que, entre el 10 y el 40% de los cultivos se vieron afectados por las lluvias.
En esa oportunidad, Monguía Rodríguez afirmó que la cosecha se planificó en 380,7 hectáreas, lo cual representan el 34% del total plantado, y añadió que en esa extensión de tierra se recogieron unas 6,620 toneladas, una cifra que supuso rendimientos de 17,4 t/ha, inferior a la planificada, que era de 19,8.
Mientras, en febrero de este año el gobierno cubano dictó una resolución que duplicó el precio de venta minorista de la papa, en virtud de los gastos que representa el cultivo y almacenamiento de este tubérculo esencial para la alimentación de la ciudadanía.
La Resolución 34/2022 del Ministerio de Finanzas y Precios, actualizó el valor de acopio –aquel que el Estado paga al productor- y el de venta minorista. En el caso de comercialización a la población, el precio de la papa pasó de tres pesos la libra, a cinco pesos (en el caso de la papa fresca) y seis pesos (en el caso de la conservada en frigorífico).
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