Los fanáticos no se han olvidado aún del exitazo de “Un Verano Sin Ti”, y ya el Conejo Malo aparece con otra bomba: Bad Bunny es la portada de la revista GQ en su número de junio/julio.
La revista de tendencias y moda escoge al boricua para su nueva salida, considerándolo un “sex symbol que rompe todos los clichés”.
El intérprete de “Moscow Mule”, primer sencillo de su nuevo álbum, ha recibido muchísimas críticas en su camino artístico por sus extravagancias al vestir.
Las dudas respecto al porqué de sus alocados looks encuentran respuesta en la exclusiva que diera a GQ.
“Todo el mundo tiene que encontrarse cómodo con lo que es y con lo que siente. ¿Qué define ser un hombre, qué define lo masculino y qué define lo femenino? Me cuesta adjudicar un género a la ropa”, dijo el Conejo Malo durante la entrevista.
“Para mí, un vestido es un vestido. Si llevo un vestido, ¿dejaría de ser el vestido de una mujer? ¿O al contrario? Pues no. Es un vestido, y punto. No es de hombre ni de mujer. Es un vestido”, estén de acuerdo, o no, sus seguidores y detractores, así es como piensa Benito Antonio Martínez Ocasio.
Sobre las “incongruencias” que algunos pueden encontrar entre su música y su forma de vestir aclaró: “La cultura latina es muy machista. Por eso creo que lo que hemos hecho ha tenido más impacto todavía... En la música urbana latina, en el reguetón, tienes que ser el más macho, el más malote. Por eso también es más fácil crear más impresión”. A su juicio, el cantar reguetón no tiene que condicionar su atuendo, ni viceversa.
En la sesión de fotos para la revista Bad Bunny lució varios outfits: una camisa y shorts Etro en tono naranja que le sentaron muy bien; una camisa y pantalones Bottega Veneta en azul claro que combinaban fenomenal con un top Issey Miyake; y por si fuera poco, un look veraniego, short corto azul oscuro JW Anderson y una camisa con transparencia GCDS... ¡Todo un bombón el Conejo!
Otros vestuarios fueron más elegantes, como la camisa y pantalones Tokyo James con las sandalias Hermès o la chaqueta y pantalones Loewe. Acompañando varias de las combinaciones, una cadena de diamantes Jacob & Co y distintos modelos de gafas.
Pero si alguien pensó que Bad Bunny dejaría a un lado su locura para esta sesión de fotos, mejor que lo olvide porque su extravagancia también le viene bien a GQ. El puertorriqueño lució, además, un vestido largo marca Lanvin y, para poner la tapa al pomo, unas aletas Dior x Beuchat. ¡De infarto!
El cantante compartió también sus impresiones sobre el significado que tiene para él la popularidad que ha alcanzado y los retos que siente frente a ello.
“Es posible que para mucha gente la experiencia sea diferente, y que cuanto más alto llegan, menos presión sienten porque confían en que todo lo que hagan será un éxito”, reflexionó. “Pero yo soy todo lo contrario: cuanto más público tengo, más fama tengo y más presión soporto. Pero siento que debo seguir. A veces no puedo dormir pensando en todo esto. Hay días que directamente no duermo”.
Acerca de la fama y los miles de fans, dijo que es algo a lo que jamás podrá acostumbrarse: “Nunca me va a parecer algo normal. Siempre te va a emocionar que la gente te reciba de esa forma. Es algo que te cambia”.
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