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El médico cubano Duniel Abreu, trabajador del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía "Manuel Velasco Suárez", celebró ser parte del equipo que salvó la vida a uno de los pacientes que ingresó allí tras la explosión del hotel Saratoga, en La Habana.
"La luz al final del túnel", escribió en Facebook el galeno cubano este jueves para dar a conocer la noticia del restablecimiento del paciente Luis Enríquez, uno de los que sobrevivió al siniestro.
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El mensaje de agradecimiento se extendió a todo el personal sanitario y de apoyo que trabajó incansablemente para lograr la recuperación de los pacientes, fundamentalmente de aquellos que aún se encuentran hospitalizados.
Tras la explosión del Hotel Saratoga, hubo 99 lesionados y la cifra de muertes ascendió a 46, de acuerdo con los datos oficiales. Actualmente permanecen ingresados 11 personas, de los cuales 4 son niños y ninguno se encuentra en estado grave o crítico.
En el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía continúan recibiendo atención médica dos pacientes, uno de ellos es este hombre que sobrevivió al siniestro y gracias al colectivo de especialistas que lo atendió ahora se encuentra fuera de peligro.
Las labores de rescate de los cuerpos que quedaron bajo los escombros del hotel, propiedad del conglomerado militar GAESA, se compaginaron con la atención sanitaria y psicológica a los pacientes que resultaron heridos y fueron trasladados con urgencia a diferentes hospitales de la capital cubana.
El Ministerio de Salud Pública ha mantenido al tanto a los medios nacionales e internacionales de la evolución de los pacientes, que sufrieron diferentes lesiones producto de la explosión y el desplome de la estructura del hotel y edificios colindantes.
La explosión se atribuyó a un escape de gas en el momento que se depositaba el material inflamable en el hotel, y dejó sin vivienda a casi un centenar de personas, quienes se encuentran de manera temporal albergados en un hotel de la Villa Panamericana o en domicilios de familiares y amigos.
Las autoridades locales se comprometieron en restaurar la mayor cantidad de viviendas posibles o reubicar en nuevos espacios a aquellos ciudadanos que lo perdieron todo tras el siniestro.
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