Yoely, Giordino y Rafael, tres cubanos que permanecen en un centro para refugiado en Islas Caimán, suplicaron a las autoridades de ese país que no los devuelvan a Cuba.
Los inmigrantes, que solo fueron identificados por sus nombres de pila, forman parte de un grupo de 24 cubanos actualmente alojados en el Centro Cívico Elliott Conolly de Gun Bay, cuyos testimonios publicó este martes el medio local Cayman Compass.
“Lo único que queremos de las autoridades de las Islas Caimán es que no nos devuelvan a Cuba. Porque si vamos allí, nos van a meter en la cárcel, nos van a multar, no sabemos lo que nos pueden hacer”, pidió Yoely, uno de los entrevistados.
Algunos de los migrantes entrevistados por Cayman Compass esperan quedarse en las islas caribeñas, mientras otros desean seguir la ruta desde Centroamérica hacia Estados Unidos.
Yoely, Giordino y Rafael, sin embargo, quieren permanecer en Islas Caimán y en un futuro poder llevar a sus familias.
“Nosotros vinimos aquí a hacer vida y a buscar la paz”, afirmó Yoely.
Los tres cubanos agradecen a las autoridades del territorio de ultramar y al gobierno británico por el trato que han recibido en el centro de refugiados.
Dos de ellos proceden de Manzanillo, de donde desembarcaron el mes pasado en embarcaciones improvisadas, con solo la ropa que llevaban puesta. Luego de una complicada travesía de tres días arribaron a Cayman Brac, la isla principal del archipiélago británico de ultramar.
Rafael y Giordino viajaron juntos en una embarcación que ayudaron a construir “con latas y tornillos y todo lo que pudimos encontrar”. Yoely hizo el trayecto con otro grupo, en una embarcación igualmente destartalada.
“Nos quedamos sin comida, teníamos mucho frío y sed. Salimos un jueves por la noche y llegamos aquí el sábado. Estuvimos escondidos en las colinas durante cinco días antes de salir”, contó Rafael.
Los tres jóvenes explicaron al medio local las razones que impulsan a los cubanos a salir de su país en peligrosas travesías.
“En Cuba, la economía ya no le da nada al pueblo. Los Castro lo han matado todo. El gobierno cubano no nos da la vida. No nos da libertad de expresión. Te investigan y no nos dejan hacer nuestros negocios. Uno tiene que trabajar para el Estado, pero yo también soy agricultor. Vendo mis productos en la calle, pero si me agarraran no me dejarían hacerlo”, explicó Yoely.
El gobierno de Islas Caimán está preocupado con la escalada de balseros cubanos en las costas de su territorio, que está a punto de desbordar su Servicio de Control de Fronteras (CBC).
Según un comunicado de esta institución migratoria, 173 inmigrantes cubanos permanecen bajo el resguardo de las autoridades de ese país.
Charles Clifford, director de CBC, dijo que ese territorio británico de ultramar experimentó una crisis migratoria masiva de cubanos en 1994, con el arribo de 1,100 inmigrantes, pero que con el creciente número de balseros que están llegando desde los últimos meses a sus costas, cree que “la situación tiene el potencial de abrumar nuestros servicios, lo que podría crear desafíos de seguridad nacional”.
En 2015, Islas Caimán firmó un acuerdo migratorio con Cuba, en el que se introdujo un cronograma para el intercambio de información entre ambos países con el fin de acortar el tiempo entre la llegada y la repatriación de los migrantes cubanos.
Los cubanos entrevistados por Cayman Compass explicaron que deben demostrar que cumplen los requisitos para recibir asilo según los términos de la Convención de Refugiados de 1951, principalmente que tienen un temor bien fundado de ser perseguidos si son devueltos a su país de origen.
Sin embargo, Alastair David, un abogado de migración consultado por ese medio local, considera que los migrantes cubanos tienen sólidos argumentos para solicitar asilo político debido a que el simple hecho de salir de Cuba por esa vía podría considerarse una declaración política contra el gobierno.
El abogado afirmó que la ausencia de asistencia jurídica para cualquier persona que solicite asilo es motivo de preocupación en materia de derechos humanos.
“Esencialmente, se está pidiendo a los hispanohablantes que investiguen e indaguen en la ley de asilo y que presenten alegaciones ante un tribunal”, explicó.
David cree que ayudar a los cubanos a tramitar las solicitudes de forma rápida y eficaz, con el auxilio de abogados, aceleraría el proceso, reduciría los costes asociados al alojamiento y la seguridad y disuadiría a quienes intenten presentar solicitudes sin base.
En abril, las autoridades migratorias de Islas Caimán anunciaron la posibilidad de agilizar los procesos: ya sea la tramitación de las solicitudes de asilo, que están permitidas por el derecho internacional, o la repatriación de los solicitantes rechazados, que recoge el acuerdo firmado con el gobierno cubano.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: