La policía de Uvalde, Texas, esperó una hora por los refuerzos necesarios para abatir al responsable del tiroteo en la escuela primaria Robb, donde perdieron la vida 19 niños y dos maestras.
Víctor Escalón, funcionario del Departamento de Seguridad Pública de Texas, ofreció este jueves una conferencia de prensa en la que se reveló ese dato crucial, lo que generó una ola de críticas por parte de especialistas y oficiales retirados, quienes consideran que fue demasiado tiempo de espera.
Hasta el momento es todavía una incógnita lo que realmente sucedió, por la falta de elementos y las declaraciones confusas del personal implicado en los hechos.
El Departamento de Seguridad Pública de Texas agregó que Salvador Ramos, de 18 años, entró a la escuela sin ningún tipo de obstáculo, que la puerta del centro educativo estaba abierta y pudo acceder al interior sin que nadie se lo impidiera, lo que hizo saltar las alarmas de la comunidad sobre el nivel de protección real que tiene este tipo de lugar.
Sin embargo, lo que más dudas genera hasta ahora es la actuación de la policía, que si bien llegó a los pocos minutos de recibirse la primera llamada al 911, retrocedió tras recibir disparos.
"No entran inicialmente debido a los disparos que están recibiendo", dijo Escalón sobre los oficiales. "Pero tenemos oficiales que piden recursos adicionales, todos los que están en el área, equipos tácticos: necesitamos equipo, necesitamos equipo especializado, necesitamos chalecos antibalas, necesitamos fusileros de precisión, negociadores".
Por su parte, el jefe de policía en Uvalde dijo en un comunicado que sus oficiales respondieron en minutos, incluso uno de ellos resultó herido.
"Entiendo que están surgiendo preguntas sobre los detalles de lo que ocurrió. Sé que las respuestas no llegarán lo suficientemente rápido durante este momento difícil, pero tenga la seguridad de que con la finalización de la investigación completa, podré responder todas las preguntas que pueda", agregó Rodríguez.
Sean Burke, un exoficial de recursos escolares de Lawrence, Massachusetts, dijo a NBC News que "esperar una hora es repugnante".
El experto recordó que esperar refuerzos es una estrategia obsoleta y que los policías tienen la obligación de intentar detener a un atacante en el menor tiempo posible, sobre todo para evitar que haya un elevado número de víctimas y heridos graves.
Desde 1999, cuanto tuvo lugar el tiroteo en Columbine High School, en Colorado, donde murieron 12 estudiantes y un maestro, se decidió que los oficiales deben hacer todo lo posible para interrumpir a los tiradores, incluso si están solos y sin respaldo.
Algunos videos divulgados en las redes sociales muestran a los padres enfrentando a los oficiales de la policía para que enfrentaran al tirador, sin embargo estos se quedaron a la espera de los refuerzos.
"Si se cometieron errores, hay que investigarlo y dejar que la gente sepa lo que está pasando para que no vuelva a suceder", declaró a la prensa Robert Mac Donald, jefe de policía de Uvalde de 2010 a 2013.
El sentimiento de frustración entre los padres y vecinos de Uvalde es creciente, incluso culpan a los policías de no actuar con la necesaria rapidez para evitar las muertes.
"Por lo que vi, no entraron tan rápido como deberían", dijo Cazares, padre de uno de los niños de cuarto grado que murió en el tiroteo. "Una vez que escucharon esos disparos, deberían haber estado allí rápidamente".
Declaraciones oficiales ofrecidas previamente por Departamento de Seguridad Pública de Texas, revelaron que los 19 niños y dos profesoras masacrados en una escuela primaria del sur de Texas se encontraban en una única aula.
La policía rompió las ventanas para acceder al local y evacuar a los niños y el personal y mataron al pistolero, que había disparado a su abuela antes de iniciar la masacre.
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