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Miembros de la brigada médica de Cuba en Venezuela se encuentran detenidos por autoridades cubanas en ese país, tras intentar escapar hacia Colombia y abandonar la misión oficial en la que laboraban.
La noticia la dio a conocer en sus redes sociales el vocero del Gremio Médico Cubano Libre (GMCL), el doctor Miguel Ángel Ruano Sánchez, quien aseguró que se trata de un grupo de cerca de una veintena de profesionales cubanos de la salud.
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“Hay 17 colaboradores médicos presos por el gobierno cubano y los órganos de la seguridad del estado en Venezuela en el estado Táchira que pretendían pasar a Colombia luego de haber abandonado la ‘misión médica’ Venezuela”, dijo el fisiatra radicado en Bogotá.
CiberCuba no pudo corroborar de manera independiente el número total de sanitarios detenidos, llamados despectivamente “desertores” por parte de las autoridades cubanas. Sin embargo, sí fue posible confirmar la identidad de dos de ellos, que también recoge la más reciente denuncia del GMCL.
Se trata de “la jefa de los estomatólogos del CDI [Centro de Diagnóstico Integral] de Canaima, en la ciudad de Valencia, Estado Carabobo” y su pareja, quien se desempeñaba como rehabilitador de la misma misión médica, dijo una fuente a CiberCuba. “Se fueron y en el Táchira los cogieron”, agregó.
Sus nombres, revelados por el GMCL, son Marlén Milán Urruchaga y Luis Jorge Leyva Cruz. Ambos llevaban más de cuatro años en Venezuela. Además, fue identificado un tercero, Eddys Robert Milán Urruchaga que, por la coincidencia con los apellidos de la odontóloga, pudiera estar relacionado filialmente con ella.
“Otra fuente consultada bajo condición de anonimato, pues se encuentra actualmente en Venezuela, explicó que serán trasladados a Cuba en Código Rojo. Eso significa que están presos, sin título, ni documentación de identificación alguna y supuestamente deberán pagarle al Estado todo lo que se 'invirtió' en la misión para ellos: pasaporte, alojamiento, atención médica, viaje y después de salir de la misión lo que les quede pendiente por meses de no cumplir el contrato 'firmado'”, precisó el doctor Ruano.
El fisiatra agregó que los doctores “han sido amenazados por los cuerpos de la seguridad que los custodian” y adelantó que continuará publicando más nombres de otros detenidos.
Una tercera fuente consultada por CiberCuba reveló que los doctores antes mencionados estuvieron retenidos por la guardia nacional venezolana, pero que ya fueron devueltos a Cuba, mientras que otro grupo que también intentó escapar se encuentra en estos momentos en un centro de detención soterrado, incomunicados.
Una persona que dijo ser cercana a uno de los revocados afirmó haber estado días sin conocer el paradero de su ser querido y describe la situación como “un secuestro”, del que la jefatura de la Brigada Médica se desentendió.
CiberCuba escribió al perfil institucional de la BMC en cuestión para intentar aclarar una información a todas luces difusa y que involucra graves violaciones de los derechos humanos, pero aún no ha recibido respuesta.
De acuerdo a la denuncia del GMCL, los colaboradores pudieran enfrentar cárcel. Al detectarse su ausencia, agrega Ruano, fueron “circulados con nombre y apellido en los pasos fronterizos entre Venezuela y Colombia”, y una vez capturados, “los amenazan con el artículo 176.1 del Código Penal de hasta ocho años de privación de libertad”.
El articulado de la legislación cubana al que hace referencia el fisiatra es una copia fiel del art 135 del Código Penal derogado este mes que desde 1986 penaliza el abandono de funciones labores como si se tratara de un crimen y no una falta administrativa:
“1. El funcionario o empleado público encargado de cumplir alguna misión en otro país que la abandone o, cumplida esta, o requerido en cualquier momento para que regrese, se niegue expresa o tácitamente a hacerlo, incurre en sanción de privaciónde libertad de tres a ocho años.
2. En igual sanción incurre el funcionario o empleado público que, en ocasión del cumplimiento de una misión en el extranjero y contra la orden expresa del Gobierno, se traslade a otro país.”
En represalia, agrega el fisiatra, les han retirado el pasaporte al resto de los más de 20 mil colaboradores cubanos en ese país para evitar se escapen y se recrudeció el aparato de seguridad y vigilancia contra los médicos y profesionales de la salud en la brigada médica.
Otro médico que alertó sobre la situación de los colaboradores que intentaron abandonar la misión en Venezuela fue el doctor Alexander Raúl Pupo Casas, quien fuera víctima de la represión en Cuba y ahora sigue la ruta del exilio. En una publicación de Facebook este martes el galeno advirtió que sus colegas se encuentran en una prisión bajo tierra y que “corren grave peligro”.
Las violaciones a los derechos humanos y laborales de los profesionales cubanos en misiones estatales en el exterior han sido extensamente documentadas y denunciadas por sus propias víctimas.
Recientemente, en el marco de un examen exhaustivo del Comité de los Derechos del Niño a Cuba, uno de sus miembros, Clarence Nelson, cuestionó al gobierno cubano sobre “doctores que son enviados al extranjero y deciden no regresar a Cuba, que son impedidos de retornar por un tiempo” y por las quejas de que “el gobierno gana mucho dinero por ellos y lo usa para su propio beneficio”, agregó el experto apuntando a que se trata de “denuncias bastante serias”.
Además de la posibilidad de enfrentar cárcel y de la prohibición regresar a Cuba por al menos ocho años si abandonan el contrato antes de término, encima de la apropiación del salario de los médicos por parte del Estado, están el embargo a sus titulaciones y la imposibilidad de relacionarse íntimamente con los ciudadanos del país donde laboran.
Asimismo, cientos de sanitarios han denunciado la vigilancia y limitación de movimiento impuestas en las misiones, y la confiscación de sus documentos de identidad por parte de los jefes de la misión. Todo legalmente amparado por el Código Penal antes mencionado, la resolución 168 de 2010 y otros instrumentos jurídicos como los decretos leyes 302 y 306 de 2012.
En marzo, colaboradores de la Brigada Médica Cubana en Guinea Ecuatorial denunciaron que se encontraban trabajando más de 30 meses sin derecho a vacaciones y bajo amenazas de expulsión de la misión si denunciaban públicamente.
También trascendió que cuatro de ellos habían fallecido, entre 2020 y 2021, y sus cuerpos tampoco habían sido repatriados. Todo supuestamente por falta de vuelos.
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