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Un tribunal cubano ratificó la condena a las hermanas Angélica y María Cristina Garrido Rodríguez por su participación en las protestas pacíficas del 11J, en Quivicán, Mayabeque.
Luis Rodríguez Pérez, esposo de Angélica, describió en Facebook el juicio como una farsa teatral y relató todo lo que aconteció ese día, cuando también se ratificó la condena a una familia que no participó en las protestas, sino que fue juzgada por protagonizar una pelea en un parque de la ciudad la noche de las manifestaciones.
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"Es probable que lo hicieran juntos para embarrarlos a ellos de política, o para darles a las Garrido una connotación delictiva más 'común'", subrayó Rodríguez Pérez.
Durante la vista del recurso de apelación la jueza cubana que llevó el proceso dijo que tras estudiar por un mes todos los casos habían decidido aplicar dos modificaciones, la primer de ellas para Angélica.
"A ella se le considera culpable, además del cargo de atentado que se le imputaba y por lo cual está sancionada a tres años de prisión, del delito de desacato. Pero, que la sanción quedaría igual: 3 años de privación de libertad", detalló el testigo.
La otra "modificación" era para una de las mujeres de la familia acusada por la pelea y sería de seis años de trabajo correccional con internamiento.
La abogada de la acusada reclamó a la jueza que era ya la sanción que le habían imputado, a lo que esta, tras un breve momento de aparente consternación dijo: "Al parecer hubo un error. Bueno, bueno -alzó la mirada- se queda entonces así como está".
La descripción de la grotesca escena hecha por la pareja de Angélica Garrido Rodríguez no detalló las reacciones de los abogados de ambas presas políticas, pero al tildar de teatro todo el momento, muestran la inconformidad de la familia con las decisiones adoptadas.
La hermana de Angélica debe cumplir una condena de siete años de privación de libertad, y ambas conocieron la decisión del tribunal en marzo pasado, tras un largo período de espera.
Las dos mujeres, con hijos y esposos, han denunciado maltratos físicos y psicológicos en la cárcel donde han permanecido todo este tiempo.
“Soy inocente, mi mano nunca se levantó contra ellos, ni mi boca los ofendió. Son ellos los que deben estar en mi lugar, son ellos los que procedieron de manera incorrecta y arbitraria”, expresó Angélica en una carta, para referirse a las supuestas agresiones que habría cometido contra los oficiales de la policía.
Angélica y María Cristina Garrido Rodríguez se suman al listado no oficial de 74 cubanas presas en la isla por motivos políticos, de acuerdo al registro de Justicia 11J, que desde el exilio ha recopilado información sobre los detenidos de las manifestaciones pacíficas del verano pasado en Cuba.
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