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La reanudación de los vuelos regulares desde Estados Unidos a provincias representa una ganancia notable para la emigración, confirma la bancarrota de Cubana de Aviación y tensiona al tardocastrismo, obligado a matizar el discurso de plaza sitiada y a garantizar la seguridad de las operaciones aéreas.
La mayoría de los emigrados cubanos suelen realizar visitas familiares de entre 3 días y una semana de duración y ahora cuentan con la ventaja de poder volar al punto más cercano posible a las casas de sus familiares; ahorrando tiempo, fatigas y dinero.
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Las empresas de viajes que cobraban tarifas excepcionales por vuelos chárteres, incluidas las del gobierno cubano con sede en Florida y otros puntos de la geografía estadounidense, verán mermados sus ingresos; como les ocurrirá a taxistas, buquenques y boteros del aeropuerto internacional "José Martí"; mientras que los vuelos a La Habana deberán también bajar sus precios. al disminuir la demanda.
La medida Biden -la primera derogada de las 243 que pusieron contra la pared a la dictadura más antigua de Occidente- confirma la bancarrota de Cubana de Aviación, que no operará ninguno de los vuelos regulares desde Estados Unidos y fue incapaz de aprovechar la prohibición Trump para haber establecido puentes aéreos desde La Habana hacia Nueva Gerona, Santa Clara, Cienfuegos, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila, Camagüey, Bayamo, Manzanillo, Tunas, Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo.
Los vuelos a provincias aumentarán los ingresos del gobierno por permisos de aterrizaje y otras tasas aeroportuarias; pero la venta de combustibles será cero porque los aviones llenan sus depósitos en Estados Unidos para cubrir el trayecto de ida y vuelta y las tripulaciones no hacen noche en Cuba, volviéndose el mismo día.
El gobierno tendrá que garantizar la seguridad aérea para evitar incidentes como los del avión ruso que abortó su despegue de Varadero, tras chocar con auras tiñosas, en septiembre de 2021; y los posibles intentos de escapada de cubanos desesperados que intenten acceder a las bodegas o los trenes de aterrizaje de aviones norteamericanos en Cuba.
En abril de 2020, la Corporación de la Aeronáutica de Cuba S.A. (CACSA) suspendió los convenios con la empresa extranjera que se encargaba de ahuyentar las aves en los alrededores del aeródromo, dijo entonces una fuente del aeropuerto internacional del famoso balneario cubano.
El 54% de los incidentes con aviones militares y el 90% en la aviación civil se registran en aeropuertos; según datos de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), que emite alertas regulares sobre el peligro que implica para los aviones la presencia de pájaros en las inmediaciones de las pistas.
El caso más sonado, que hasta motivó una película, "Sully", fue el amarizaje en el Hudson del experimentado piloto norteamericano, Chesley Sullenberger que, con gran pericia, posó su avión, con 154 ocupantes a bordo, en en el río neoyorquino, en enero de 2009, cuando dos gansos salvajes, de cuatro kilos cada uno, inutilizaron las turbinas del Airbus 320. que acababa de despegar de La Guardia con destino a Carolina del Norte.
Por una vez, ganan los emigrados cubanos con lazos familiares en la isla; pierden quienes se han lucrado durante años con la necesidad del emigrante de abrazar y socorrer a sus parientes, incluido el gobierno cubano, que mantiene tasas consulares abusivas y que intenta por todos los medios recaudar cuanto dólar entra en su zona de influencia; Cubana de Aviación confirma que todo tiempo pasado fue mejor y el tardocastrismo empezará vivir con un nuevo foco de tensión, la seguridad aérea y de los aeropuertos donde se posen los pájaros de acero from USA; aunque ahora solo deberá hablar de 242 medidas norteamericanas; mientras aguarda por los frutos de sus 63 para la agricultura.
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