Una anciana cubana alertó a personas e instituciones que quieran enviar ayuda humanitaria a los afectados por las recientes lluvias, que sus donaciones irán a parar a manos del gobierno y no de las personas.
Mireya Jiménez Calzado, quien suele denunciar en redes sociales la realidad de Cuba, compartió un video para advertir a quienes desde el extranjero deseen ayudar a los damnificados por las precipitaciones de estos días, que no lo hagan a través de la vía estatal.
"No se vuelvan locos en el extranjero, ni instituciones, ni religiones, nadie se vuelva loco, en mandar ayuda humanitaria a no ser que vengan derechito a la casa de la persona damnificada, y le entreguen lo que le quieran dar", pidió.
Mireya, quien reside en Trinidad, recordó que en 2005, cuando el huracán Dennis arrasó con su casa, el gobierno le robó la ayuda que como damnificada le pertenecía.
"Que nadie mande nada a manos de la dictadura. Ellos lo cogen, lo meten para las tiendas MLC, lo meten para las tiendas de productos industriales y lo revenden a los precios que les da la gana. Lo sé porque soy testigo", aseguró.
La anciana lamentó la situación que atraviesan miles de compatriotas cuyas casas sufrieron inundaciones o derrumbes, pero recalcó que el régimen coge toda la ayuda que mandan personas, instituciones, religiosos y otros grupos, y se la da "a quien les da la gana".
"Por vía de la dictadura no mande nadie nada, que vengan exclusivamente en un avión y que se lo entreguen ellos mismos a los damnificados, porque la dictadura coge en sus manos lo que coja y es de ellos, no es de nadie y van a seguir manteniendo a la pila de zánganos", subrayó.
Jiménez Calzado, de 62 años, acostumbra a criticar al régimen castrista en videos que comparte en su muro de Facebook, y por ello ha sufrido amenazas y presiones por parte de las autoridades.
En mayo, la anciana denunció que estaba siendo víctima de aislamiento social y de una "exclusión total", pues el gobierno había presionado a las personas para que no la tratasen.
Eso sucedió luego de Mireya mostrara públicamente su apoyo a la influencer española Rosa Martorell y a su compatriota Laura Méndez, quienes fueron ofendidas por dos ancianos cubanos cuando ellas grababan un video de una cola para comprar pan en Trinidad.
"Esas personas que te encontraste equivocadas, son unos descarados y unos mantenidos. No pienses que todos somos iguales", subrayó la mujer, quien le aclaró a las dos turistas españolas que como ella, miles de cubanos no están de acuerdo con la dictadura que manda en el país.
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