El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, advirtió que los programas de deportación de migrantes continúan implementándose en la frontera de su país con México, y pidió a los latinoamericanos evitar emprender una travesía peligrosa.
"No emprendan un viaje tan peligroso solo para ser deportados", dijo Mayorkas en entrevista con Celia Mendoza, de Voz de América, y agregó que el Título 42 está vigente y que "las promesas de los traficantes de personas son falsas".
"Las organizaciones de contrabando les han comunicado información falsa, que el Título 42 ya no está vigente. Todavía está vigente, y las personas arriesgan sus vidas solo para ser expulsadas a diferentes países, a los países de origen, los haitianos a Haití y similares. No emprenda ese viaje peligroso. La frontera no está abierta", subrayó el abogado cubanoamericano.
Al respecto, aseguró que su país está "construyendo caminos legales como el programa de reunificación familiar haitiana (...) y el programa de reunificación familiar cubana" anunciados en la Cumbre de las Américas, que concluye este viernes en Los Ángeles.
"Seguimos ampliando los programas de trabajadores temporales, estamos construyendo caminos seguros y ordenados, no emprendan un viaje tan peligroso solo para ser deportados", explicó.
El gobierno de Joe Biden ha aprovechado el contexto de la Cumbre para enmarcar la migración como un desafío de todo el hemisferio y no como un problema exclusivo de la frontera con México, por lo que se espera que los líderes invitados emitan este viernes una declaración comprometiéndose a adoptar un enfoque más cooperativo sobre el tema, según fuentes gubernamentales.
En la reunión, Biden pidió a los gobiernos de las Américas que aumenten las protecciones para los migrantes, pero también que refuercen las fronteras y deporten a las personas que no reúnen los requisitos para obtener asilo.
A fin de paliar las causas de la migración, Biden anunció planes millonarios para el desarrollo de programas de Salud y mejoramiento económico de las comunidades y pueblos latinoamericanos. También se comprometió a incentivar la contratación temporal de trabajadores de Centroamérica.
Washington quiere que las medidas ayuden a aliviar la escasez de mano de obra en Estados Unidos, y con ello reducir la inmigración ilegal.
Mayorkas detalló al respecto que se está trabajando muy de cerca con diferentes países, con los cuales se ha "realizado un esfuerzo sin precedentes para atacar a las organizaciones de contrabando, para atacar a las organizaciones criminales transnacionales".
"Estamos muy orgullosos de ser una nación de leyes y estamos muy orgullosos de ser una nación de inmigrantes. Hay una forma segura, ordenada y humana de llegar a Estados Unidos y animo a la gente a hacerlo", concluyó.
Este viernes el Departamento de Seguridad Nacional dijo que la actual administración reiniciará los programas que permiten a ciertos ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes solicitar la visita de sus familiares en Cuba y Haití a Estados Unidos a través de un estatus temporal.
Señala que para el caso cubano se reanudará el Programa de Parole para la Reunificación Familiar Cubana (CFRP, por sus siglas en inglés) que se estableció en 2007, mediante el cual ciudadanos y residentes legales permanentes de Estados Unidos pueden solicitar un parole para sus familiares en Cuba, explica la información.
Como parte de los esfuerzos por una migración segura, el jueves la Embajada de Estados Unidos en La Habana anunció que abrirá citas de visados para familiares inmediatos, y amplió la categoría a los cónyuges e hijos menores de 21 años de ciudadanos estadounidenses.
Estas iniciativas surgen cuando la entrada irregular de cubanos por la frontera sur de Estados Unidos alcanzó en abril una nueva cifra récord de 34,821, que puso a la administración de Joe Biden ante uno de los más explosivos éxodos desde Cuba en seis décadas.
Si se suman los arribos de cubanos por puntos de la frontera de México desde la llegada de Biden a la Casa Blanca, los datos reflejan una estampida de 15 meses muy superior a las ocurridas en 1980 durante el éxodo del Mariel (125,000 personas) y en la crisis de los balseros de 1994 (35,000).
Para una administración estadounidense, es la mayor avalancha de refugiados cubanos de manera irregular en toda la historia: 145,389. Los índices de refugiados cubanos crecieron exponencialmente desde el comienzo del mandato de Biden y el anuncio de una política migratoria más flexible que la impuesta por la administración de Donald Trump.
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