Britney Spears y Sam Asghari ya son marido y mujer. Tras cinco años juntos y nueve meses comprometidos, la pareja pasó por el altar este jueves en una ceremonia íntima que celebraron en el jardín de su casa en Thousand Oaks, California.
A la unión entre la cantante y el entrenador personal asistieron cerca de sesenta invitados, entre los que no estaban ni los padres de ella, ni su hermana ni tampoco sus dos hijos, Sean y Jayden. Pero pese a que sus hijos adolescentes, nacidos de su matrimonio con Kevin Federline, no estuvieron en este día señalado para ella, están felices por su madre y le desean lo mejor.
Sin embargo, el que sí quiso asistir sin invitación fue el exmarido de Britney, Jason Allen Alexander, quien entró en el hogar de la Princesa del Pop para interrumpir el enlace. Por suerte, no logró arruinar la boda y acabó detenido por la policía por allanamiento de morada, vandalismo y dos agresiones, según informa TMZ.
Ello no impidió, sin embargo, que antes de ser detenido, grabase su recorrido por la vivienda y lo retransmitiese en sus redes sociales.
Pero este incidente no logró borrarle la sonrisa a la intérprete de "Toxic", a la que hemos podido ver en su primera foto vestida de novia junto a su marido: Una espectacular pieza de color blanco diseñada por la mismísima Donatella Versace.
Entre los invitados a esta boda estuvieron algunos rostros reconocidos y amigos de la artista como Madonna, Paris Hilton, Drew Barrymore y Selena Gomez. Además, la diseñadora del vestido de novia tampoco se perdió la ceremonia ni la fiesta posterior. Sin duda, un día inolvidable para la feliz pareja y sus allegados. ¡Qué vivan los novios!
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