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El preso político cubano Reynaldo Dell Arias, detenido en la Prisión de Boniato, Santiago de Cuba, está desde hace más de 12 días en huelga de hambre como método de protesta, a pocas horas de celebrarse el juicio de apelación que revisará su caso, de acuerdo con fuentes cercanas al reo.
La activista Denia Fernández Rey, residente en Palma Soriano, comentó a Martí Noticias que Dell Arias está ingresado en el centro hospitalario de la cárcel y su salud se encuentra deteriorada.
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Juana Elsa Álvarez Elegía, supo a través de su hijo Daniel Fernández Álvarez, también prisionero político de Cuba, que Dell Arias prefiere morirse allí que estar preso injustamente.
Reynaldo Dell Arias, de 49 años, es uno de los vecinos de Palma Soriano que condenaron por protestar el 11J en Cuba. El juicio tuvo lugar a finales de diciembre de 2021 y el tribunal lo sentenció a ocho años de privación de libertad.
Esta semana tendrá lugar la vista para revisar su recurso de apelación, y según se supo, la policía política ha intentado convencer a la madre para que intervenga a favor de su hijo y este abandone la huelga de hambre.
La anciana de 76 años le comentó a otro activista que su hijo le pidió que saliera a la calle a protestar para pedir su libertad, de acuerdo con la versión de Martí Noticias.
CiberCuba no ha podido verificar esta información con otras fuentes de manera independiente.
Las condenas a los prisioneros políticos de Cuba ha generado un movimiento internacional, logrando que se rechacen las medidas en escenarios como la Cumbre de las Américas, donde activistas y opositores de la isla exhortaron a los países del área a exigir la liberación de todas las personas que se encuentran tras las rejas por pensar distinto.
En Europa, el Parlamento del País Vasco, España, aprobó por mayoría una resolución en la que no solo se pide la libertad de los prisioneros de conciencia, sino el respeto por los derechos humanos.
"Hay que tener en cuenta que el País Vasco tiene lazos muy estrechos con la dictadura cubana, amparadas por organizaciones, sindicatos, partidos y otras plataformas que han hecho un trabajo durante años de blanqueamiento al régimen", declaró el activista Frank Bilbao, presidente de la Asociación Cubano-Vasca Demokrazia Kubarentzat.
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