La activista cubana Carolina Barrero Ferrer se reunió con la vicepresidenta de Uruguay, Beatriz Argimón y le agradeció por no olvidarse de quienes, en la isla, sufren los desmanes de la dictadura.
“Gracias a Beatriz Argimón, vicepresidenta de Uruguay, por no olvidar a quienes hoy sufren en dictadura, por hablar de Cuba con honestidad, por la defensa de los derechos humanos y los principios de la democracia”, escribió la también historiadora del arte en su cuenta de Twitter.
Por su parte, Argimón dijo el miércoles último en su perfil que “esta tarde nos reunimos con la activista cubana Carolina Barrero, defensora de los Derechos Humanos, forzada al exilio en febrero luego de apoyar los reclamos de las madres de los jóvenes presos políticos el 11J en Cuba. Reiteramos nuestro compromiso por los valores democráticos”.
Barrero Ferrer se ha reunido en los últimos meses con altos dignatarios de diversos países y con representantes de organizaciones de derechos humanos para discutir sobre la restricción de libertades en la isla.
En abril de este año sostuvo un encuentro con Bahia Tahzib-Lie, Embajadora de Derechos Humanos de los Países Bajos, para conversar sobre la situación de represión constante y censura en Cuba.
“Ha sido un honor conocer a Bahia Tahzib-Lie, Embajadora de Derechos Humanos de los Países Bajos. Su compromiso con los derechos humanos es inspirador. Hablamos de la valentía de las madres y de los que defienden la dignidad humana y la libertad en Cuba. No están solos”, afirmó la activista en un tuit.
Apenas dos días antes fue recibida por Mary Lawlor, Relatora de Naciones Unidas sobre defensores de Derechos Humanos. La diplomática resumió el encuentro con una publicación en su cuenta de Twitter en la que agradeció a la exiliada cubana por su valentía.
Aseguró estar “muy feliz de reunirme con la valiente mujer cubana defensora de los derechos humanos Carolina Barrero para hablar de la situación de los DD.HH. en su país Cuba”. En tanto, Barrero Ferrer dijo que el intercambio significó mucho para las madres, los activistas, los artistas independientes y todos los que han sufrido durante años las presiones del régimen castrista.
La historiadora del arte, obligada a salir de la isla por su oposición clara a la dictadura, también fue responsable de denunciar los abusos de los gobernantes de la isla ante el Ministerio Federal de Asuntos Exteriores de Alemania.
La joven agradeció a la Cancillería de ese país europeo por escuchar a la ciudadanía cubana y reconocer un pasado común atravesado por los crímenes del poder totalitario y autocrático" y reconoció las similitudes que existen entre la opresiva Seguridad del Estado y otras organizaciones similares como la Stassi y de la KGB.
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