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Las autoridades cubanas decomisaron por segunda vez los móviles a los familiares del preso político Andy García Lorenzo e impusieron este martes multas de 3,000 CUP por violar el Decreto Ley 370.
Roxana García Lorenzo y Jonatan López Alonso fueron multados luego que el joven y su padre (Pedro) fueran detenidos por la policía y les iniciaran un proceso por los presuntos delitos de "desobediencia" e "instigación a delinquir".
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López (hijo) fue detenido este martes al salir de su casa y cuando el padre reclamó en la estación de policía también terminó tras las rejas.
Casi a la una de la mañana (hora de Cuba) Roxana aseguró en Twitter que su novio había sido liberado, y más de una hora después denunciaron que Pedro continuaba detenido.
Al momento de redactar esta nota CiberCuba conoció a través de un familiar que Pedro continuaba detenido.
La pareja deberá pagar una multa de 3,000 pesos por violar el inciso "i", del artículo 68 del Decreto Ley 370: "difundir, a través de las redes públicas de transmisión de datos, información contraria al interés social, la moral, las buenas costumbres y la integridad de las personas".
El decomiso de los dos teléfonos y sus correspondientes fundas quedó registrado en un documento oficial emitido por la Oficina de Control Territorial del Ministerio de las Comunicaciones en Villa Clara.
"Dejen a mi familia en paz. Que cese la represión", escribió Roxana García Lorenzo en su cuenta de Twitter.
Andy García Lorenzo se encuentra actualmente en un campamento de trabajo cumpliendo la sanción de cuatro años de prisión impuesta por el tribunal de Santa Clara por su participación en las protestas pacíficas del 11J.
Desde que fue puesto tras las rejas, la familia del joven cubano ha sido la principal denunciante de las agresiones físicas y psicológicas que ha sufrido a manos de las autoridades, lo que hizo que incrementaran las acciones represivas de la policía política.
Amenazas, vandalismo, intentos de desprestigio y multas, son algunas de las acciones que emprende el estado cubano y sus simpatizantes contra una familia que también ayuda a otros presos políticos con comida, medicina y aseo, en medio de la escasez de bienes en Cuba.
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