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Yanilys Sariego, madre de un niño cubano celíaco, denunció el elevado costo de los alimentos que el gobierno vende para estos pacientes y exigió su derecho a tener una vida digna en Cuba.
En un post en Facebook, titulado "El precio de ser un enfermo celíaco en el 'paraíso socialista'", la joven activista cubana, residente en Matanzas, lamentó que en el camino "de acompañar la enfermedad de mi hijo" ha encontrado muchas puertas cerradas, "principalmente las institucionales" a cargo del gobierno.
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Afirmó que la hambruna en Cuba, agravada por la dolarización de la economía y la falta de voluntad gubernamental, deja a niños como el suyo fuera de una ecuación muy importante: el derecho a una vida digna.
Al respecto, comentó que su hijo pudo comerse unos espaguetis libres de gluten a los 11 años, porque ella no puede costearlos. En una reciente directa también había dicho que el gobierno no le entrega las frutas y viandas que debe garantizar a quienes padecen esa condición.
Ante sus quejas, los funcionarios del régimen esgrimen que es "por culpa del bloqueo", a lo que ella pregunta por qué en las tiendas en moneda libremente convertible "convenientemente sortean el embargo para venderle a una madre" los productos que el menor necesita.
Sariego mostró que un paquete de spaghettis gluten free se vende a 4.17 MLC, una salsa gluten free a 2.17 MLC, una lata de maíz de 285 gramos a 1.92 MLC y un mazo de habichuelas que no sobrepasa la libra se vende en los mercados agropecuarios a 50 pesos cubanos.
"Al precio que tengo que pagar los MLC son casi mil pesos para una comida", explicó la joven, quien dice estar cansada de las justificaciones del régimen.
"No quiero más excusas de funcionarios que no entienden lo que es vivir con esa enfermedad, no quiero más discursos de 'hacemos lo posible'; hagan hasta lo imposible porque no voy a permitir que la salud de mi hijo se deteriore por la escasez que ustedes con sus pésimas políticas generan", señaló en su post.
"Mientras haya comida para extranjeros tiene que haber alimentos para los niños enfermos de este país porque así se los voy a exigir", subrayó.
Recientemente, Sariego se sumó a la demanda de decenas de madres, que en apoyo a Amelia Calzadilla exigieron al régimen implementar medidas para facilitar la crianza de los hijos en Cuba. En esa ocasión pidió a los dirigentes que abandonen el poder: "Dimitan, no los queremos", dijo en una directa, donde aseguró estar hastiada de la crisis generalizada en el país.
Asimismo, la activista –quien el pasado año fue detenida en varias ocasiones por la Seguridad del Estado a causa de sus publicaciones en redes sociales– contó que hace un mes envió una carta denunciando que las madres con niños celíacos de Matanzas no tenían gas para cocinarles sus alimentos, y que aún no recibe respuesta a pesar de que estos menores no pueden comer pan, ni comida que no sea elaborada en sus casas.
Hace algunos días también protestó contra las elevadas tarifas eléctricas y se declaró en rebeldía: "No voy a pagar más corriente", afirmó.
El 12 de noviembre del pasado año Sariego fue detenida tras acudir a la fiscalía de Cárdenas en busca de amparo legal y estuvo más de 24 horas en paradero desconocido.
En cuestión de un año la joven pasó de ser dependienta a opositora, por denunciar la corrupción en el establecimiento comercial donde trabajaba y los abusos de poder. Después, pasó varios días en su casa de Cárdenas, Matanzas, en un limbo jurídico y acosada por la Seguridad del Estado, órgano represivo del gobierno.
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