En la cafetería del hospital pediátrico de Las Tunas solo se vende a los clientes “condimento integral” a 45 pesos, según denunció una reportera oficialista de esa provincia en sus redes sociales.
“Esta tablilla pertenece a la Cafetería del Hospital Pediátrico Provincial de Las Tunas. Triste, penoso e incomprensible”, indicó la periodista tunera Darletis Leyva González este viernes en un post de Facebook en el que compartió una imagen con la tablilla de “Ofertas” de la susodicha cafetería.
En blanco en su casi totalidad, la tablilla del establecimiento solo mostraba el “condimento integral” como única oferta gastronómica de la cafetería del centro hospitalario.
“¿Cómo es posible que la Gastronomía y el Gobierno en este territorio permitan y tengan tan mal servicio en un lugar tan importante y sensible?”, se preguntó la periodista. “A un centro de este tipo llegan, por lo general, madres que viven el ingreso con su niño apenas sin poder salir”, explicó.
Para esas madres, y sobre todo para las más humildes entre ellas, la oferta gastronómica de la cafetería estatal resulta casi una burla, o cuando menos indica el desprecio de las autoridades de la salud pública y el comercio interior hacia los potenciales clientes de un centro de estas características.
“Imagine la realidad de las más humildes y de las residentes en zonas alejadas de la urbe capital”, propuso Leyva González, subrayando la dificultad que entraña para estas personas cuidar de sus enfermos en un centro hospitalario donde no se puede tomar ni una merienda o almuerzo decente.
Los “acompañantes” de los pacientes ingresados en el hospital pediátrico de Las Tunas tampoco reciben la alimentación que les corresponde en su condición de tales, según contaron a la periodista “trabajadores de la instalación”.
La cafetería del centro -el “más longevo” de la provincia, según Leyva González- presenta una estampa “penosa” con su oferta gastronómica. En medio de la aguda crisis que enfrenta el país, con escasez de alimentos y medicinas, las familias de los de niños tuneros hospitalizados en este centro sufren para conseguir algo de alimento mientras dura la convalecencia de sus pequeños.
“Los precios en los negocios privados que permanecen a las afueras del lugar son para bolsillos acaudalados. Las opciones de la Gastronomía Estatal prácticamente no existen o son pésimas”, señaló la periodista, que lamentó la indiferencia hacia este tema por parte de autoridades que visitaron el hospital el jueves pasado.
“Ayer en la tarde estuvo el ministro de Salud [José Ángel Portal Miranda] allí como parte de la visita gubernamental a la provincia”, precisó Leyva González. “Es penoso que, a ojos vista, tantas personas en cargos públicos, y no preocupen estas realidades. Porque si se desconocen, sólo apuntan a que falta comunicación, revisión y aseguramiento”, criticó la profesional tunera.
Ante tamaña desidia institucional y de las autoridades del sector, la periodista propuso “que confíen el servicio a una forma de gestión no estatal y controlen sus precios”, en la creencia de que por lo menos así la “oferta gastronómica” de la cafetería del hospital no sea solamente de “condimento integral”.
“Los hospitales tienen que ser lugares priorizados. Y tiene que acabar de llegarles la Revolución que necesitan”, zanjó Leyva González en su publicación de redes sociales, subrayando el desamparo que sufre el sistema de salud cubano por parte de los dirigentes de la llamada “revolución”.
Un artículo publicado en Periódico 26 a comienzos de abril criticaba que las cafeterías estatales en Las Tunas tienen muy poco que ofertar a los residentes, pues desde octubre de 2021 en la provincia oriental no se recibía harina de trigo para elaborar los productos que ofrecen los establecimientos de la red gastronómica.
“Ante la falta de harina utilizamos extensores como la yuca, el polvo de arroz y otros que nos permitan mantener activas las líneas productivas”, explicó Luis Manuel Páez Tamayo, director de Gastronomía en el municipio cabecera. “Actualmente ofertamos casabe”, un producto que aseguró “goza de aceptación por parte de los consumidores”, quienes en realidad no tienen muchas opciones.
Páez añadió que también venden bolas y fritas de yuca, croquetas, medallones, y apuntó que el personal que trabaja en los centros de elaboración procura preparar alimentos “con la mayor calidad posible”.
Mientras los cubanos viven agobiados por realidades como esta y se angustian pensando qué poner a la mesa cada día por el déficit de alimentos (por los que pagan precios de escándalo), medios oficialistas como Cubadebate se lamentan por las "fuertes subidas de precios" de muchos productos alimentarios en otros países, y lo achacan a que las "cadenas de suministro del mundo están bajo presión".
"Me entero ahora de que la cadena de suministro del boniato, la calabaza y la yuca es internacional y que está bajo 'presión'. Ah, coño, ¡por eso el precio de los mangos grandes de hacer batidos! La cadena debe ser tan grande y la presión tan alta, que por el precio deben ser mangos ucranianos", dijo un internauta en los comentarios del artículo publicado a finales de junio.
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