Cuba se enfrenta a una nueva temporada ciclónica desde el pasado 1 de junio, que finalizará el 30 de noviembre y se pronostica que tendrá “un comportamiento más activo de lo normal”, con la posible formación de 17 ciclones, de los cuales nueve alcanzarían categoría de huracán.
Especialistas del Instituto de Meteorología (INSMET) indicaron la formación de 17 ciclones tropicales con nombre en la cuenca del Atlántico tropical, que incluye, también, el golfo de México y el mar Caribe.
De ellos, nueve pueden alcanzar la categoría de huracanes, según la meteoróloga Aylín Caridad Jústiz Águila, Jefa del Centro de Física de la Atmósfera, que calificó la actual temporada de “activa”, es decir con una proyección superior al promedio histórico de 14 para la serie de años entre 1991 y 2020.
En conversación con Cubadebate, la especialista afirmó que el riesgo de recibir fenómenos meteorológicos asociados a huracanes en el territorio nacional se eleva a un 60 %, lo cual enciende las alarmas de la Defensa Civil cubana.
Jústiz Águila consideró que al menos un ciclón tropical impactará directamente sobre el territorio nacional. “No importa si la temporada es activa o no; siempre tenemos que estar preparados”, dijo, señalando a las precipitaciones como uno de los factores más preocupantes, por los daños asociados a ellas.
Por su parte, Santiago Santos Pérez, especialista de preparación del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil resaltó que la actual temporada ciclónica coincide con el 60 aniversario de la creación de esta institución, fundada el 31 de julio de 1962, y explicó el funcionamiento de esta ante las diferentes alertas meteorológicas.
En la fase de prevención, el especialista resaltó la importancia del ejercicio Meteoro, que se realiza a finales de mayo durante un día y medio. Ambos entrevistados coincidieron en señalar el conocimiento y la elevada percepción del riesgo en una población con una “alta cultura meteorológica y de desastres”, gracias a los partes del Doctor José Rubiera, entre otros elementos.
A principios de mayo, el INSMET pronosticó una activa temporada ciclónica, con alta probabilidad de que la isla sea azotada por fenómenos naturales de esta índole.
Según la información ofrecida por el Centro de Pronósticos de esta entidad, "el peligro de que Cuba sea afectada por al menos un ciclón tropical es alto con un 85% de probabilidad y por al menos uno con categoría de huracán también es alto con un 60%".
La predicción del INSMET para esta temporada ciclónica estimó que, del total de ciclones tropicales, 12 se desarrollarán en el área oceánica del Atlántico, tres en el mar Caribe y dos en el golfo de México.
Según el Centro de Pronósticos, la probabilidad de que se origine e intensifique al menos un huracán en el mar Caribe es del 60% y de que uno originado en el Atlántico penetre en el Caribe es del 75%, por lo que ambas previsiones son altas.
Cada año las temporadas ciclónicas se vuelven más intensas. En 2021 se formaron en el Atlántico siete huracanes, una veintena de tormentas tropicales y una subtropical, en una temporada que inició prematuramente con un primer evento el 22 de mayo.
Tres ciclones tropicales afectaron a Cuba el pasado año, Elsa, Fred e Ida, este último un huracán categoría 1, cuyo impacto más significativo fue en la Isla de la Juventud y en las provincias de Pinar del Río y Artemisa el 27 de agosto.
Los daños provocados por los ciclones en la isla son un tema sensible para los cubanos, muchos de los cuales conviven en viviendas en pésimas condiciones. Miles de personas han perdido sus viviendas tras el paso de estos fenómenos naturales y han tardado años en recuperarse de tales impactos, en no pocas ocasiones debido a las incompetencias del gobierno, la falta de materiales y el alto costo de estos.
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