El cantante y compositor cubano Pancho Céspedes compartió en España con dos amigos y grandes de la música cubana: el cantautor Pablo Milanés y el pianista Chucho Valdés.
“Suerte, sueños y realidades”, escribió el autor de “Vida Loca” en una publicación en Instagram, en la que incluyó imágenes de su encuentro en Málaga con Chucho y Pablo, en las que se aprecia que hubo un piano y música de por medio.
En otro post, Pancho compartió también fotos de una comida junton Pablo y su esposa Nancy Pérez, en las que posan sonrientes.
Precisamente, Pablo Milanés y Pancho Céspedes estuvieron entre los invitados de Chucho este 5 de julio durante su concierto en el Starlite Catalana Occidente de Marbella, una presentación que volvió a unir a los tres artistas en el escenario.
Pancho llegó a Málaga recientemente, luego de ofrecer conciertos en varias ciudades de México desde abril pasado, en un recorrido que se extenderá hasta noviembre.
“Benalmádena, Málaga... here I am. Llegué al fin, hoy a los 66 duele un poquito más... no piensen en eso que me vino a la mente perverchonas y perverchones como yo”, escribió el artista en Instagram tras su llegada a esa ciudad española.
En la propia publicación Chucho Valdés le daba la bienvenida: “Bienvenido querido Pancho! Nos vemos a gozar!”.
Por estos días, el jazzista cubano realiza la gira “Reunion Sextet” junto al también músico cubano Paquito D'Rivera; un recorrido que iniciaron el pasado junio en Wilmington, Delaware, Estados Unidos, y que los ha traído a Europa, con presentaciones en escenarios de España, Polonia y Alemania, más otras que están por llegar en Suiza, Grecia, Francia e Italia.
El próximo 7 de julio Chucho Valdés y Paquito D'Rivera estarán en el Real Jardín Botánico Alfonso XIII en Madrid.
Por su parte, Pablo Milanés ha regresado a España luego de su polémico concierto en La Habana el pasado 21 de junio.
El intérprete de “Yolanda” volvió a cantar en la isla tras dos años de ausencia; una presentación que inicialmente estaba prevista para la sala Avellaneda del Teatro Nacional, pero que provocó el descontento de muchos cubanos, pues solo se habían vendido al público 300 entradas de las más de dos mil capacidades que tiene ese espacio.
Finalmente, el concierto se trasladó a la Ciudad Deportiva, donde el trovador de 79 años volvió a reunir a cientos de cubanos que, independientemente de sus diferentes inclinaciones políticas, admiran la música de Pablo.
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