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La primera bioeléctrica de Cuba se sincronizó este martes al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), pero su sostenibilidad peligra por la falta de liquidez que impide la compra de piezas para las "cosechadoras" del marabú utilizado como combustible para generar electricidad.
Construida en áreas aledañas al central Ciro Redondo, en Ciego de Ávila, la planta es pionera también en la utilización del marabú como combustible y, según Cubadebate,“cuenta con máquinas modernas y eficientes” para la cosecha de este arbusto espinoso.
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Pero, tras un primer arranque de prueba en enero con bagazo como único combustible, la planta detuvo su funcionamiento al no lograr la combustión prevista en sus calderas. Según explicó Carmen Taboada Hernández, vicepresidenta de la Empresa mixta Biopower S.A., el bagazo que aporta el central aledaño presenta unas características que difieren a las previstas en el diseño original.
Con una inversión inicial de “unos 140 millones de dólares”, la bioeléctrica de tecnología china es una de las apuestas más importantes del gobierno del Dr. Miguel Díaz-Canel y está incluida en la estrategia nacional para ampliar el uso de las fuentes renovables de energía.
En 2018, el gobierno de la “continuidad” se propuso incrementar el uso de energías renovables y encontró en el marabú -una especie vegetal invasora que causa estragos en los campos de Cuba- el combustible ideal para producir electricidad a partir de la biomasa.
Además de la planta de tecnología china, las autoridades cubanas importaron maquinaria para “cosechar” esta planta espinosa que ha engullido buena parte de las tierras cultivables de la Isla.
En febrero de 2018, Cuba encargó a China su primera máquina cosechadora de marabú. Diseñado por ingenieros de la Isla, el prototipo de la cosechadora se probó en Camagüey y Ciego de Ávila.
Después de estudiar tres tipos distintos de máquinas, expertos del Instituto de Investigaciones de Ingeniería Agrícola y de los Grupos Empresarial Azucarero y Agroforestal validaron las pruebas hechas en Cuba para encargar la construcción del prototipo de la cosechadora en China.
“En cuanto llegue la máquina y se compruebe que funciona, entonces se producirá el modelo definitivo en una fábrica de Holguín”, indicó un reporte de ese año publicado por la agencia Prensa Latina.
La bioeléctrica aledaña al central avileño Ciro Redondo estaba prevista que se sincronizara al SEN el 20 de diciembre de 2021. Según la Agencia Cubana de Noticias, el arranque y sincronización actual, un año y medio después de lo previsto, dejó “marabú acumulado en el tiempo de inactividad de la planta”.
Ahora ese marabú acumulado podrá asegurar la generación eléctrica de la planta “para 30 o 35 días”. De momento “se mantiene funcionando de forma estable, al entregar 22 megawatt con una sola caldera”.
Sin embargo, “la falta de liquidez para adquirir las piezas de repuesto con el proveedor extranjero [China]” amenaza al funcionamiento estable de la primera bioeléctrica cubana. Al parecer, la fabricación de las “cosechadoras” de marabú en Holguín no llegó a concretarse, o no ha podido arrancar por falta de insumos industriales que el Estado no puede comprar a proveedores extranjeros por la bancarrota en que se encuentra y que se agrava de forma creciente.
El marabú, un arbusto espinoso de origen africano que ha supuesto un desafío para el “pensamiento económico” y la planificación estatal de la “revolucionaria” agricultura cubana, se viene utilizando en la producción y exportación de carbón vegetal.
Desde el año 2015 una empresa canadiense se encarga del negocio de la compra y comercialización del carbón cubano producido con marabú. Casi todo se exportó ese año hacia Estados Unidos. El mejor cliente es una empresa de Hialeah. El acuerdo estará vigente hasta 2025.
Ahora, para conseguir estabilidad en la generación “se trabaja con un grupo de especialistas chinos en modificaciones, pruebas y ajustes”. Según el citado medio, para generar energía durante el tiempo de zafra se prevé que consuma una mezcla de marabú y bagazo proveniente del ingenio Ciro Redondo.
Un plan que tiene una “pequeña” dificultad: Cuba tuvo este año su peor zafra azucarera de toda su historia.
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