Una surrealista máquina “moledora de trapos” fue creada para producir frazadas de piso en una empresa estatal hilandera del municipio de Gibara, en Holguín.
Según explicó la directora de la empresa, en un reportaje de Gibaravisión TV, el artefacto se creó a partir de “contenedores que nos quedaron del proceso inversionista de la hilandería”.
Aún así, el singular artilugio no es exclusivo de esa empresa, pues, en la hilandería funcionan ahora mismo dos aparatos de esta naturaleza. El primero de ellos les fue cedido por la Mipyme Ensueño, de Puerto Padre, de acuerdo con el reporte.
La materia prima que utiliza esta “máquina de moler trapos”, como la llama la directora de la empresa, proviene en un 50 por ciento de tejido desmenuzado que luego se mezcla con residuos de algodón, lo que, según trabajadores, hace más llevadero el proceso posterior de confección de las frazadas.
“Da muy buenos resultados, parte menos agujas, se desperdicia menos fibra y sale con mejor calidad la colcha”, aseguró un operario.
Luego de cumplir la norma estatal de 100,000 frazadas, la hilandería Inejiro Asanuma, un “ejemplo de consagración y de eficiencia como Empresa Estatal Socialista”, según la televisión de Gibara, ha provisto de frazadas a los 24,000 núcleos existentes en ese municipio holguinero.
El reporte de Gibaravisión TV celebra que, gracias a esta innovación, ese municipio podrá declarar su autonomía productiva en el ámbito de las frazadas.
“Hemos habilitado un área dentro de la fábrica donde creamos un nuevo taller de producción, que es el taller de regenerado”, comentó satisfecha la directora.
En febrero pasado, ante la escasez de frazadas de piso en Cuba, fuentes oficiales explicaban que esto se debía a la ausencia de las materias primas que se utilizan en la fabricación de este implemento de limpieza, porque el gobierno no pudo pagar su importación.
En 2021, de un plan de tres millones de frazadas, solo se lograron producir 2,4. Apenas 1,035,200 fueron entregadas a las entidades del Ministerio del Comercio Interior (MINCIN) para su venta a la población y el resto se destinaron a organismos priorizados como el Turismo, Salud y Educación, según explicó en ese entonces Solangel Guach Martín, vicepresidenta del Grupo Empresarial de la Industria Ligera (Gempil).
La funcionaria precisó que las cuatro plantas del país dedicadas a este rubro: Sarex, en Villa Clara; Texoro, en Granma; la Hilandería Inejiro Asanuma, en Holguín; y la Textilera Celia Sánchez Manduley, en Santiago de Cuba, presentaban un considerable atraso tecnológico, con equipos que datan, en su mayoría, de la década del 70.
Ante esta situación, parece ser que la empresa holguinera decidió “tomar la iniciativa” y crear su propia tecnología.
En medio de la crisis estructural que padece la sociedad cubana, marcada por la escasez de alimentos y artículos de primera necesidad, las frazadas de piso están entre los productos más cotizados y que, en mayor medida, se echan en falta.
A inicios de 2021, en medio de la crisis agravada por la pandemia del coronavirus, los trabajadores del Hospital Pediátrico de Holguín tuvieron que hacer una extensa cola para poder adquirir algunos alimentos y una frazada para limpiar pisos.
“Cirujanos reconocidos y especialistas distinguidos de la pediatría, lucharon a brazo partido para lograr llevar a sus casas dos paquetes de pollo, dos paquetes de salchicha, un pomo de aceite y una frazada de piso”, así describía el trance para adquirir productos un usuario en redes sociales.
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