Lo que sigue es un vistazo a la faena de los 11 lanzadores cubanos que han subido este año a las lomitas de las Grandes Ligas.
Néstor Cortés: Sin dudas, el pitcher cubano de la temporada. Había enviado señales estimulantes hace un año, pero ahora reventó el polvorín con un puesto destacado en departamentos como promedio de limpias y WHIP, además de limitar el average rival a .211. Ha bajado el nivel en sus últimas salidas, pero ya lo ‘bailao’ (la elección al Juego de Estrellas) no se lo podrán quitar.
Vladimir Gutiérrez: El pinareño lució decentemente en su campaña de estreno, pero se desinfló con un 2022 de espanto. Si das 5.89 boletos por cada nueve entradas es imposible que conserves tu lugar en la rotación abridora de ningún equipo del mejor béisbol del mundo. Y si encima te batean para .313, pues ya está.
Raisel Iglesias: El taponero de Isla de la Juventud no puede blasonar de una efectividad de relumbrón (de hecho tiene la segunda peor entre todos los cerradores con 12 o más rescates), pero solo ha echado por la borda tres de 18 chances de salvamento y posee una espléndida tasa de ponches contra bases (7.2).
Cionel Pérez: El zurdo, por fin, ha hallado su lugar en el mundo. En Houston tenía poco trabajo, en Cincinnati lo apalearon, pero en Baltimore se ha convertido en pieza importante dentro del quinto mejor cuerpo de relevistas de la MLB. Que lo diga el dato: de los 150 hombres de bullpen que han laborado en 28 o más entradas en este curso, solo cuatro (Clay Holmes, Ryan Helsley, John Schreiber y Ryne Stanek) lo aventajan en promedio de limpias.
Johan Oviedo: Tras usarlo como abridor en 2020 y 2021, los Cardenales le dieron una apertura en este campeonato, no brilló y de inmediato lo mandaron al bullpen. Desde allí ha pulido algo sus números, mas le urge recuperar su rol en las aperturas, pues la función de relevar en juegos con score adverso (el equipo ha perdido en siete de los ocho encuentros en que ha participado) es harto desestimulante.
Ronald Bolaños: Con solo 25 abriles y pletórico de aptitudes en el brazo, el santacruceño vive un annus horribilis que primero lo hizo fracasar un nuevo intento desde el box de los Reales y, después, tampoco lo ha dejado ver la luz en Triple A. Lástima: el sobresaliente que saca con la recta se transforma en suspenso debido al descontrol.
Aroldis Chapman: Es un hecho que el hombre que asombró a las Grandes Ligas con los obuses que mandaba para el home, cotiza hoy a la baja. El almanaque le dificulta poco a poco el arte de ponchar, y los Yanquis parecen haberle hallado sustituto para sacar los tres últimos outs. ¿Será que sí?
Yennier Cano: El otrora cerrador de los Tigres avileños cumplió por fin su sueño de llegar, pero también sufrió la pesadilla de irse pronto. El muchacho permitió +9 carreras limpias por partido, y cerca estuvo de regalar siete transferencias por choque completo. Así, Minnesota no dudó para mandarlo al bullpen del filial.
Roenis Elías: Al término de una dilatada inactividad de tres campañas ligamayoristas, el guantanamero lució decentemente en siete salidas, pero los Marineros decidieron a fines de junio que vistiera el uniforme de los Tacoma Rainiers. Necesita trabajo para recuperar la forma, y lo está recibiendo.
Yoan López: La temporada del ‘Asere’ con los Mets será más recordada por la bronca con Nolan Arenado y los bolazos intencionales a Kyle Schwarber, que por su rendimiento desde el volcán de los martirios. Ojalá su carrera no esté concluyendo tan temprano.
Adrián Morejón: Pasa el tiempo y el que fuera un super prospecto de los Padres no consigue firmar un campeonato de caché. Las lesiones no paran de cebarse en él, y he aquí que de 2019 a la fecha no ha podido completar 40 entradas de faena.
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