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El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel y su esposa Lis Cuesta lamentaron la muerte de José Ramón Balaguer Cabrera, miembro de la llamada generación histórica y figura cercana a los Castro, quien falleció el viernes en La Habana a los 90 años.
"En nombre de sus compañeros del Partido Comunista, que prestigió con su ejemplaridad, y del pueblo de Cuba, a la que consagró su vida sin descanso, nuestro más sentido abrazo a familiares y amigos del Comandante José Ramón Balaguer Cabrera", expresó Díaz-Canel en su cuenta de Twitter.
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En nombre de sus compañeros del @PartidoPCC, que prestigió con su ejemplaridad y del pueblo de #Cuba, a la que consagró su vida sin descanso, nuestro más sentido abrazo a familiares y amigos del Cdte José Ramón Balaguer Cabrera. pic.twitter.com/G76sWt2Rue— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) July 16, 2022
Cuesta, por su parte, afirmó que le gustaba compartir con Balaguer en La Marcha de las Antorchas.
"Su decencia, caballerosidad y elegancia lo distinguían", señaló.
"Ahora deberías compartir con el pueblo los cacerolazos en contra de los apagones y de la dictadura", le sugirió un internauta a la llamada "primera dama de Cuba".
Varios usuarios de la red recordaron que Balaguer era el ministro de salud pública de Cuba en 2010, cuando se produjo la trágica muerte por negligencia de 26 pacientes en el Hospital Psiquiátrico de La Habana, conocido como Mazorra.
"Un ladrón menos, ministro de salud pública, un mal cubano, un mal gestor, un país sin medicamentos, sin alimentos, sin higiene, sin hospitales, sin médicos. Muy bien que otro sin vergüenza haya ido al infierno. Seguimos contando", dijo uno de los comentaristas.
"Se va apagando el fuego de las antorchas seniles del castrismo. La muerte de los dirigentes históricos va cerrando una etapa oscura y entreabriendo, con tu inepto marido, otra peor para Cuba", le dijo a Lis el usuario identificado como Taoro.
José Ramón Balaguer Cabrera comenzó su vida política al sumarse a la lucha clandestina contra Fulgencio Batista e incorporarse después al Ejército Rebelde. Después de la revolución, ocupó altos cargos militares, diplomáticos y partidistas.
Sin embargo, su trayectoria no lo libró de ser destituido por Raúl Castro cuando el escándalo de Mazorra.
En aquella ocasión el régimen impuso largas condenas de cárcel para 14 acusados por el suceso, pero Balaguer, aunque fue removido, mantuvo su estatus político.
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