El presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez pidió este viernes a los cubanos que no protesten por la falta de electricidad y aseguró que hacerlo es responder a los presuntos planes desestabilizadores que existen contra el gobierno comunista que él dirige.
Tras reconocer que las protesta son legítimas, porque la gente se molesta por los constantes cortes de energía eléctrica y las consecuencias negativas que esto genera en la sociedad, Díaz-Canel resaltó que muchas de estas manifestaciones son antigubernamentales.
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"Hay algunas personas que para expresar su malestar y su incomprensión, acuden al toque de cazuelas, vociferan expresiones en contra de los dirigentes, algunos aprovechan la ocasión para decir alguna consigna contra la revolución", reconoció el mandatario ante el Parlamento cubano.
El también primer secretario del partido comunista destacó que algunos cubanos participan en hechos vandálicos al lanzar piedras y romper cristales de tiendas estatales, en señal de descontento.
"Con eso no se resuelve la situación que tenemos", apuntó. "La situación la vamos a resolver con esa estrategia que estamos empeñados y defendemos con las uñas".
Como era de esperar, el presidente cubano acusó a los que protestan en medio de los apagones de responder a los intereses de la contrarrevolución y los que defienden las sanciones económicas de Estados Unidos contra el gobierno de Cuba.
"Esos son los que primero han causado esta situación que nosotros tenemos", señaló Díaz-Canel, antes de asegurar que "no tienen ningún tipo de preocupación por el pueblo".
El mandatario tildó de mentirosos a los defensores de los derechos humanos en Cuba, porque defienden las medidas adoptadas desde hace años contra el régimen y que solo les impide establecer relaciones comerciales con Estados Unidos.
"Cuando actuamos así no ayudamos, lo que hacemos es molestarnos los unos a los otros y actuamos en consonancia con el plan del enemigo, no con el plan de nosotros, que tiene que ser de comprensión, solidaridad y resistencia", subrayó.
Díaz-Canel aseguró que el imperialismo no va a resolver los problemas de la falta de electricidad en Cuba, aunque tampoco ofreció garantías de que en los próximos días su gestión de respuesta a las exigencias y necesidades de la población.
Para restarle importancia a los apagones cubanos, el dirigente comunista aseguró que Cuba no es el único país que sufre de una crisis de este tipo, aunque sí reconoció que tal vez sean "los más famosos".
"El mundo está viviendo una crisis energética. Entre otras cosas están subiendo los precios de las tarifas eléctricas en todo el mundo y aquí, que nos sigue costando el petróleo más cada día, se sigue manteniendo la misma tarifa", explicó.
Por último llamó a los funcionarios y dirigentes a hablar con el pueblo para evitar que las personas protesten en contra del gobierno por causa de los apagones.
Las palabras de Miguel Díaz-Canel Bermúdez ante los parlamentarios cubanos tienen tras las protestas pacificas en Pinar del Río, Matanzas y Villa Clara, y poco antes de que los vecinos de Campechuela, Granma, tomaran las calles para manifestar su descontento con el gobierno.
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