Pastor cubano Alain Toledano llega a Miami con su familia

El pastor cubano Alain Toledano Valiente llegó a Miami con su familia, tras escalada de la hostilidad del régimen en la isla.

La llegada a territorio estadounidense fue confirmada por Outreach Aid to the Americas (OAA), la cual intermedió para la salida del religioso, después que el régimen le advirtiera en junio último que debía abandonar el país o enfrentar las consecuencias de quedarse, según información difundida este lunes por la organización religiosa en su perfil de Facebook.

También Toledano Valiente difundió en Facebook un vídeo de su arribo este domingo al aeropuerto internacional de Miami, donde fue recibido por personal de la OAA, una organización religiosa sin ánimo de lucro que se dedica a servir a las comunidades vulnerables de Centroamérica y el Caribe a través de ayuda de emergencia, programas de desarrollo y la defensa de la libertad de religión o creencia.

“El pastor Toledano, junto con su esposa y sus dos hijas pequeñas, ha sido uno de los objetivos más frecuentes de la persecución del régimen cubano solo por liderar una iglesia no registrada y hablar sin descanso de los derechos de otros líderes religiosos e iglesias. El mes pasado, las autoridades cubanas le advirtieron: abandone el país en un plazo de 30 días, o usted y su familia se enfrentarán a las consecuencias”, apuntó en la citada red la OAA.

Asimismo, refirió que desde que tuvieron conocimiento del ultimátum del régimen al pastor Toledano Valiente comenzaron a trabajar arduamente con el Embajador de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional, Rashad Hussein, y con la Oficina de Asuntos Consulares del Departamento de Estado para que llegara de manera segura a territorio estadounidense.

“Estamos agradecidos de haber podido participar en este proceso, y estamos aún más agradecidos de que el pastor Toledano, su esposa Marilín y sus hijas Berenises (18) y Elisama (17), estén ahora a salvo en Estados Unidos y libres de la constante hostilidad de un régimen tiránico”, sostuvo la organización en la red social.

El religioso cubano, líder de la iglesia Emanuel en la provincia de Santiago de Cuba e integrante del Movimiento Sendas de Justicia desde 1993, un grupo religioso al que el Estado cubano le niega dar un reconocimiento legal, por sus críticas al régimen en numerosas ocasiones denunció el hostigamiento del que fue víctima al igual que sus hermanos de fe.

En febrero último fue detenido arbitrariamente cuando regresaba de un recorrido por la provincia de Sancti Spíritus, y al entrar a Santiago de Cuba, la policía lo estaba esperando en el punto de control para luego ser conducido a una unidad policial de esa ciudad.

El pastor afirmó en esa ocasión que Cuba vive un momento muy difícil, donde los ciudadanos no saben si les van a hacer un número ocho y terminarán encerrados.

"Todo cubano que es detenido en este país, todo cubano que es cuestionado por la policía y por la Seguridad del Estado, realmente tiene que encomendarse a Dios, porque no sabe con cuánta malicia lo van a tratar, lo van a provocar para tratar de fabricarte un delito que no existe y te lo quieren fabricar para tratar de desgraciarte la vida", subrayó.

En noviembre de 2021 denunció también que las autoridades le impusieron una multa de 250 pesos al dueño de la casa donde celebraba sus cultos.

"Una nueva multa, con amenazas de una más en tres días si la iglesia sigue reuniéndose en su patio, la amenaza final es el desalojo, dicen los inspectores", precisó entonces.

Tres meses antes, fue detenido tras oficiar su primer culto en su iglesia luego de más de un año impedido por la pandemia de coronavirus.

En la unidad de policía, lo amenazaron con procesado judicialmente por el delito de propagación de epidemia.

"Confirmado, me llevan a juicio. Me ficharon como a todo un bandido, como a todo un delincuente. Ellos dicen que, por dar el culto religioso sin autorización, supuestamente, yo estoy siendo una fuente de propagación de epidemias", detalló en una directa en su muro de Facebook.

Tras el incidente, el gobierno de Estados Unidos exigió su inmediata puesta en libertad.