El comisario de policía de Bahamas, Clayton Fernander, dijo este miércoles que el responsable por el naufragio de un barco con migrantes haitianos el domingo último, estuvo preso durante ocho años en Cuba por contrabando de drogas.
Fernander reveló al medio local Bahamas Press que el individuo también cumplió una condena de dos años en Estados Unidos y que, por el terrible accidente, en el que perdieron la vida 17 indocumentados procedentes de Haití, puede enfrentar casi una veintena de cargos de homicidio involuntario.
El naufragio ocurrió el domingo pasado frente a las costas de Bahamas y además de los fallecidos, entre ellos 15 mujeres, un hombre y una niña de aproximadamente cinco años, también estuvieron involucrados otros 25 migrantes ilegales que fueron rescatados por las fuerzas de seguridad bahameñas. Keith Bell, ministro de Trabajo e Inmigración, reveló que los contrabandistas tenían permiso de trabajo en su país.
Según el Miami Herald, la embarcación que trasladaba a los haitianos rumbo a Florida era una lancha rápida bimotor de 30 pies de eslora. El capitán de la nave se encontraba todavía en libertad condicional tras ser condenado por contrabando de personas en 2019 en un tribunal federal de West Palm Beach.
Fernander afirmó también que en este proceso penal habrían tres personas más involucradas y que la investigación había revelado que una de ellas podría ser el dueño de la lancha, pues en el registro que realizaron en su vivienda la policía "descubrió grandes sumas de dinero en efectivo, que creemos que eran ganancias con respecto a este asunto".
El comisionado bahamés apuntó que estaban muy avanzados con las averiguaciones y que además del cargo de homicidio involuntario, los responsables del naufragio pueden enfrentar procesos por operar un barco no registrado.
Explicó que hasta el momento no han podido identificar a todas las víctimas fatales y pidió a los miembros de la comunidad haitiana en el país que acudan a las autoridades si tienen información que pueda contribuir con el caso, aunque reconoció que tal vez puedan tener miedo a ser deportados.
Fernander señaló que los indocumentados que participaron en el desastre partieron de la calle West Bay de Nassau, a la que calificó como "un punto caliente" para este tipo de operaciones de emigración. “Algunos de ellos llegaron aquí desde varias islas y hemos identificado al menos a tres de ellos que llegaron en avión hace unas dos semanas”.
El oficial también confirmó la presencia en el país de colaboradores estadounidenses del Departamento de Seguridad Nacional y dijo que "estamos profundizando en esta investigación porque creemos que el destino era Estados Unidos".
A las pocas horas de la tragedia el primer ministro de Bahamas, Philip Brave Davis, dijo en un comunicado, citado por Los Ángeles Times, que en la embarcación viajaban un total de 60 personas y que su gobierno ofrecía condolencias a las familias de los fallecidos.
También el premier haitiano Ariel Henry lamentó lo sucedido y señaló como una de las consecuencias de la permanente crisis migratoria de su país al clima de inestabilidad que vive la isla caribeña, entronizada tras el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse, el aumento de la violencia de las pandillas y la caída en picada de la ya maltrecha economía.
Hasta Cuba han llegado indocumentados procedentes de Haití. El 28 de junio último un grupo de inmigrantes procedentes de ese país recaló en las costas de Caibarién, en la provincia de Villa Clara.
Fotos publicadas en perfiles institucionales de ese territorio permitieron apreciar que en la embarcación viajaban hombres, mujeres y niños, quienes llegaron a las costas cubanas en precarias condiciones. Además, se pudo ver cómo algunos fueron trasladados en camillas para ser atendidos por personal médico cubano en casas de campañas.
A finales de mayo, por esa misma zona marítima recaló otra embarcación con más de 800 haitianos, quienes viajaban con el objetivo de llegar a territorio estadounidense y fueron abandonados por el capitán del navío antes de terminar en costas cubanas.
A los pocos días, las autoridades de la isla anunciaron que habían iniciado los protocolos necesarios para la repatriación de los indocumentados.
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