La cubana Mel Herrera renunció al activismo LGTBIQ+ tras violento interrogatorio de la Seguridad del Estado en el que la presionaron para que colaboraran con el organismo represor en la isla.
“Hago pública mi separación de todo lo que tenga que ver con posicionarme o dar opiniones, de activismo y demás”, expuso Herrera este miércoles en su perfil de Facebook, donde relató cómo fue sometida a un violento interrogatorio en el que los represores usaron su estado emocional, su vida sentimental, su estatus laboral y hasta sus relaciones familiares para hostigarla.
La activista trans aseguró en su publicación que seguirá “escribiendo de aquello que me interese y que levante ronchas allá donde tenga que levantarlas”, pero que “a partir de ahora cuando pregunten dónde están las feministas, activistas, las cualquier cosa que detestan pero qué mencionan cuando conviene mencionarlas, sepan que no estoy. Que no voy a estar”.
También aseguró que “no quiero más amenazas ni interrogatorios por una causa que es justa y necesaria”
Pidió, además, que tampoco la “inviten a ningún space ni debate para dar mi opinión sobre el Código de las Familias y a ponerme a discutir con los campañistas del NO”.
“Ofrézcanme publicar mi opinión en un medio y páguenme que ahora mismo no tengo trabajo ni en el sector estatal ni en el privado”, comentó Herrera.
Asimismo, apuntó, que ella no es “ni opositora, ni opinadora”, y que renunció a los activismos hace meses “cuando me di cuenta, como Pablo, a dónde va la otra parte de mi país”.
“Yo sólo quiero hacer silencios. Ya se ha hablado de por qué es necesario este Código y por qué habría que defenderlo. No podría añadir nada nuevo. Si acaso señalar cómo el debate se ha centrado en la homofobia que se ha destapado cuando bien es sabido que eso es sólo la punta del iceberg. La transfobia que hay debajo de ese tapete, asusta y como es lógico a mí me preocupa”, argumentó, además.
Asimismo, deseó que se liberen “a todos los presos, no solo los llamados políticos, porque para algunas personas antirracistas todos los presos son políticos, aun así deseo que liberen a todos los que llaman políticos”.
“Deseo que tumben la dictadura porque ya sé que una vez tumbada, los padres fundadores y los grandes demócratas no llevarán a referendo ninguna ley en beneficio de las personas como yo, las personas trans, visto que uno de los argumento más traídos y llevados es que los derechos no se llevan a referendo. Nos salvamos entonces”, dijo en la publicación.
Insistió en que “no digan más que el gobierno nos ha puesto a pelear. Si nos puso a pelear, fue porque nosotros aceptamos esa encerrona”, además de que desea que “construyan por fin esa democracia que es la que me termina de despertar cada mañana cuando es vociferada en algún post de Facebook apenas lo abro”.
Sobre su interrogatorio refirió que el 7 de julio último tuvo un interrogativo con la Seguridad del Estado para que no saliera el 11, pero que una semana después tuvo otro muy inesperado, el cual calificó como el más violento de todos los que ha tenido hasta ahora.
“Ocurrió además en unos de los peores momentos de mi salud mental: depresión, aislamiento, autolesión, pensamientos suicidas, pensamientos sobre cómo hacer dinero sin empleo fijo y sin ánimos creativos para lo único que más o menos me resuelve algo: escribir”, contó en la publicación.
Dijo, además, que “cualquiera que sepa de depresiones sabe que la más sencilla de esas tareas conlleva un esfuerzo sobrehumano cuando estás en ese estado. Y allí se usó mi estado emocional, se ventiló mi vida sentimental, mis parejas pasadas, la actual, problemas laborales, problemas de mi infancia, mi abandono de la iglesia, la relación con mi mamá, mi carrera universitaria, etc”.
“Aunque no llegaron a decírmelo por el ataque de nervios, de ansiedad, de pánico, o lo que sea que me sucedió allí, que los asustó hasta que finalmente me dejaron ir, creo que el interrogatorio era para que colaborara con ellos”, relató, además.
Herrera refirió que en ese interrogatorio le hicieron un recuento de todas las "generosidades" que han tenido con ella.
“A lo mejor eso que tiene que caerse, tal como y usted lo tiene entendido, ya se cayó y lo que usted no tiene deseos es de ir haciendo el nuevo camino con lo que tiene al alcance. Tal vez y Cristo ya hizo su segunda venida y no lo vimos, y seguimos mirando para el cielo disque interpretando los signos de los tiempos”, concluye en su publicación.
En mayo último, la activista trans cubana denunció la pésima atención que recibe esta comunidad por parte de las autoridades sanitarias de la isla, quienes no adaptan el sistema y las instalaciones a las necesidades médicas de las personas transexuales en el país.
“La potencia médica tiene una sola endocrinóloga para todas las personas trans del país que estamos en reemplazo hormonal. Mis últimos exámenes me los hice en octubre de 2020 y cuando estuvieron los resultados habían vuelto a suspender las consultas por el confinamiento”, afirmó la también periodista en un hilo desde su cuenta de Twitter.
Este domingo, también la periodista independiente cubana Cynthia de la Cantera hizo pública su renuncia a ejercer su profesión por amenazas de la Seguridad del Estado, según denuncia en redes sociales.
De la Cantera, quien se graduó de Periodismo en 2013 en la Universidad de La Habana y ejercía como reportera de la revista independiente YucaByte, expuso este domingo en su perfil de Facebook que su decisión la tuvo que tomar en cuestión de pocos minutos y “bajo amenazas”.
También explicó que “luego de que denunciara públicamente el acoso que la Seguridad del Estado ha mantenido sobre mí y mi pareja en los dos últimos años, he sido citada e interrogada dos veces más”.
Refirió que explícitamente en esos interrogatorios le han exigido garantías de que ella renuncie a su labor como periodista, aunque ella les explicó que no tenía garantías que ofrecer “en un sistema de gobierno donde no se reconoce legalmente mi profesión”.
Apuntó, además, que aunque los agentes de la Seguridad del Estados le han insistido durante los interrogatorios que no la están amenazando, “lo cierto es que todas las decisiones que me he visto obligada a tomar han sido bajo sus amenazas”.
“Decido renunciar al periodismo porque no estoy dispuesta a aceptar ninguna de las otras dos opciones de Manuel [represor]: colaborar con la Seguridad del Estado o prepararme para un proceso penal”, afirmó De la Cantera, quien sostuvo en su publicación que confía en la “la noche no será eterna”, como apuntó el difunto opositor Oswaldo Payá.
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