El régimen cubano anunció la producción de antibióticos inyectables de uso frecuente en las terapias intensivas, que actualmente se importan a costos elevados.
El oficialista diario Granma señaló que las autoridades prevén inaugurar antes de que concluya el año una planta de cefalosporinas inyectables, donde se producirán antibióticos de uso común en el tratamiento de infecciones bacterianas, neumonías y meningitis, entre otras enfermedades.
Según el rotativo, la nueva planta se enfocaría en la producción de Meropenem 500 mg y 1 mg, Ceftriaxona (Rocephin) 1 g, Cefotaxima 1 g, Cefazolina 500 mg y 1 g, Cefuroxima 750 mg, Ceftazidima 1 g, y Cefepima 1 g.
La directora de la Empresa Farmacéutica 8 de Marzo, Xenia Madrazo Sagre, dijo que la unidad deberá estar produciendo antes de que finalice 2022, y agregó que ya se cuenta con el 90% del equipamiento para su puesta en funcionamiento.
El presidente de BioCubaFarma, Eduardo Martínez Díaz, agregó que la importación de esos antibióticos le cuesta al país entre siete y ocho millones de dólares anuales.
El funcionario no explicó, sin embargo, si habría materias primas suficientes para responder a la demanda, pues la escasez de esta ha afectado la producción de otros medicamentos en la isla en los últimos dos años.
La planta de cefalosporinas inyectables será la primera de su tipo en el país, aunque la Empresa Farmacéutica 8 de Marzo, ya cuenta con otras dos similares, una de cefalosporinas orales y otra de penicilánicos, apuntó el rotativo.
Este anuncio se hace luego de dos años en que el país ha padecido un grave déficit de medicamentos, y de que BioCubaFarma informara el restablecimiento de la producción de algunos prioritarios y de alta demanda popular.
De los 369 medicamentos que debe suministrar BioCubaFarma al cuadro básico del sistema nacional de Salud Pública, se contabilizaban más de 150 en falta, por escasez de materias primas para fabricarlos.
También en este tiempo se han intensificado las denuncias en redes sociales por la escasez de medicamentos de uso intrahospitalario.
El déficit de medicamentos en Cuba, que aún no ha dejado atrás la pandemia del coronavirus y sufre las consecuencias de otras enfermedades como el dengue hemorrágico, obliga a los ciudadanos de la isla a utilizar la medicina natural y tradicional a comprar el tratamiento en el mercado informal a elevados precios o a recurrir al trueque o solidaridad a través de las redes sociales.
Hace más de una semana se hizo oficial la producción de cefalexina, pero solo con capacidad para 60 días de demanda, insuficiente cantidad para abastecer las farmacias y hospitales del país.
"La situación que tenemos hoy con los medicamentos, tanto los que fabrica la industria biofarmacéutica como los importados, es muy compleja", reconoció recientemente Martínez Díaz.
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