Más de 30 cilindros de gas licuado fueron robados en una bodega del reparto Antonio Guiteras, en el municipio Habana del Este, según información compartida en redes sociales por vecinos de esa localidad.
La activista Yamilka Lafita, quien se identifica en Facebook como Lara Crofs y reside en ese barrio de la capital cubana, compartió este miércoles en la red social la información sobre el robo de los cilindros de gas licuado que se emplean para la cocción de alimentos y ahora son más que demandados ante la avalancha de apagones en el sector residencial, donde en la mayoría de los hogares se cocina con electricidad.
“Se llevaron más de 30 balitas de gas. Según el bodeguero, rompieron puerta y para dentro”, dice Lafita en respuesta a una pregunta sobre lo sucedido en el “Guiteras”, supuestamente en la madrugada de este miércoles.
También comparte una imagen de la puerta violentada y de una patrulla cerca de la escena del delito.
En los comentarios de la publicación, una usuaria apuntó que a ella le quedó claro, desde que el gobierno respondiera las críticas de la madre cubana Amelia Calzadilla sobre el gas, “que al país le faltaban cilindros, así que no esperen reposición. No obstante, dados los múltiples usos de esos cilindros, les toca emplearse a fondo para recuperarlos o cualquier día se llevan un disgusto”.
Otro usuario pregunta suspicazmente que “¿a cómo pusieron las bombonas de gas”, en alusión a cómo se podrían estar vendiendo ahora en el mercado informal los cilindros robados.
A mediados de julio, el Gobierno cubano reconoció el déficit de unos 49.000 cilindros envasadores de gas licuado, debido a la carencia de materias primas para su fabricación.
Hay "un déficit de cilindros para mantener la logística de aprovisionamiento en los puntos de venta, situación que complejiza la distribución", afirmó en esa ocasión a la oficialista Agencia Cubana de Noticias la directora comercial de la Empresa Comercializadora de Combustibles de la Unión Cuba Petróleo (Cupet), Lidia Rodríguez Suárez.
La funcionaria explicó que Cuba necesita 100,000 cilindros para mantener estable el servicio, pero solo podía contar con 51,000 (35,000 nuevos y 16,000 reparados) para el millón de clientes de gas licuado del país.
También apuntó que el déficit de casi el 50% de los envases cilíndricos no se podía resolver a corto plazo.
"No tenemos los suficientes cilindros para, desde las plantas y almacenes, salir con los carros llenos para los puntos y retornar con el vacío, como no tenemos cilindros en los puntos de venta; la alternativa es ir buscar el vacío, rellenarlo y retornarlo para que se pueda vender", explicó.
Rodríguez Suárez señaló que la única fábrica de cilindros en el país tiene un incumplimiento en su plan de entrega, tanto de envases nuevos como de reparados; y las importaciones directas se dificultaron por falta de financiamiento.
El director general de la Empresa de Conformación Matanzas (Conformat), Pedro Llerena Rivero, dijo que el incumplimiento en la producción de nuevos cilindros se debe a la insuficiente disponibilidad financiera para la compra de la materia prima en el extranjero; carencia de la que culpó al embargo de Estados Unidos.
Consumidores cubanos de gas licuado han denunciado que deben pasar una odisea para comprar el combustible para uso doméstico; en un contexto donde los frecuentes apagones y los altos costos de la electricidad impiden usar otros métodos de cocción.
Recientemente, los clientes de gas licuado de la provincia de Pinar del Río se quedaron sin el combustible, tras una avería en la planta que rellena los cilindros..
En su afán por el control de los cilindros, la empresa de CUPET en Santiago de Cuba anunció que desde el pasado 1 de junio de comisaría a sus clientes los balitas de gas licuado que tuviesen una numeración diferente a la del registro oficial; debido a que algunos consumidores han comprado depósitos extras para contar con una reserva; debido a que la provncia solo tiene capacidad para vender unos 120 cilindros por día.
La escasez de gas licuado y electricidad agobian a los cubanos en todas las provincias; mientras que una posible ampliación de los servicios de gas de la calle ha sido paralizada por la carencia de combustible que afecta al país, desde el otoño de 2019.
En junio, Amelia Calzadilla, madre de tres niños, explotó en redes sociales denunciando que llevaba más de 10 años reclamando que le concedieran el servicio de gas de la calle, sin obtener respuesta oficial.
Tras un encuentro con las autoridades de su municipio, El Cerro, en La Habana, le explicaron que "han estado buscando yacimientos entre La Habana y Mayabeque, por Santa Cruz del Norte, pero no han podido encontrar un yacimiento importante que les permita ampliar el servicio".
"La respuesta oficial de gas manufacturado es que no hay gas, han buscado yacimientos sin poder encontrar, con lo que cierran su responsabilidad de ofrecer el servicio a la población afectada", subrayó la mujer.
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