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Carema Sarabia Águila, una joven universitaria, voluntaria de la Cruz Roja Cubana, dijo que los instantes que precedieron a la segunda explosión en el incendio de la Base de supertanqueros de Matanzas le parecieron una guerra.
La rescatista voluntaria agregó que no dejaba de pensar en quienes habían quedado atrapados por el fuego y describió la escena como una contienda bélica “con heridos en combate y civiles lesionados”. reportó la revista digital Alma Mater.
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Sarabia Águila contó que quienes no pudieron salir del lugar del siniestro, tras el estallido de ese segundo tanque, posibilitaron que ella y otras personas lograran escapar con vida. La joven, que llegó al incendio, a las pocas horas de su inicio, describió como estremecedor el paisaje que las llamas dibujaban contra el perfil de la ciudad y apuntó que, poco antes de la explosión, hablaba con su novio por Whatsapp y le explicaba lo mucho que habían crecido las llamas.
“El estruendo la sorprendió. '¡Se calentó esto!', le dijo al muchacho en un audio y salió corriendo; dejó mochila, equipamiento, todo”, agrega el texto de Alma Mater, en tanto la propia rescatista relata que en ese pequeño intervalo de tiempo los que estaban en las cercanías del tanque se lanzaron a la yerba, corrieron y se metieron en los carros que estaban más cerca para tratar de huir.
Muchos vehículos chocaron entre sí en medio de la desesperación por alejarse del peligro. “Aquello fue solo un primer susto, no hubo heridos ni lesionados. Estaba cansada de correr y tenía un muro ante mí, un muchacho del SIUM me dio ánimo para que pudiese seguir y brincar. Me recuerdo de él porque luego de la próxima explosión, en el hospital, fue el que me abrió el pulóver y el pantalón para poderme curar las heridas”, describió.
Su historia llegó a la publicación oficialista a través de una cadena de mensajes de Whatsapp en la que “varios universitarios de todo el país, en su mayoría miembros del Grupo Científico Estudiantil Nacional, colocaron un cartel que mostraba a la muchacha con sus cicatrices de contienda y un mensaje en el que se podía leer: 'Te damos las gracias por tu esfuerzo y sacrificio, por ese compromiso con tu profesión. Hoy más que nunca estamos orgullosos de ti. Estamos contigo. #TeQueremosCarema'”.
Hasta el momento el potente incendio en la Base de supertanqueros de Matanzas ha provocado lesiones a un total de 122 personas, de las cuales 24 continúan hospitalizadas: cinco en estado crítico, tres en estado grave y 16 que necesitan cuidados.
El siniestro ocasionó además la muerte del bombero Juan Carlos Santana Garrido, de 60 años y natural de Cienfuegos, quien acudió a la zona del desastre como primer operario del carro tanque de espuma. Siguen desaparecidos otros 16 rescatistas.
Las autoridades locales informaron hace pocas horas que habían logrado extinguir el incendio en el primero de los dos tanques siniestrados. Como parte de la estrategia de enfrentamiento al fuego se iba a proceder a verter espuma sobre el depósito para asegurar su completo enfriamiento, aunque la fuerza y dirección del viento atentaba contra esa tarea.
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