El cubano Raúl Navarro, fotógrafo del periódico Girón, ofreció un desgarrador testimonio de los momentos previos a la explosión del segundo tanque en la Base de Supertanqueros de Matanzas.
"Estando allí no sabía el peligro que corríamos todos", dijo Navarro a la prensa oficialista cubana. Las impresionantes imágenes captadas por el fotógrafo se han extendido por internet como un testimonio del horror de este siniestro en Cuba.
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"Ese día [5 de agosto] estaba haciendo unas fotos personales, por la zona del Viaducto. Nos topó una tormenta y nos resguardamos. Fueron truenos duros, muy fuertes y se vio que cayeron cerca. Cuando salimos de ese lugar comenzamos a ver la cortina de humo que salía de la zona industrial y nos acercamos a la Bahía de Matanzas a tomar fotos", contó Navarro.
El fotógrafo llevaba dos días trabajando en el periódico Girón. Se comunicó con su director y en la noche lo recogieron en su casa para cubrir la información del siniestro con un fotorreportaje.
"Fui a regañadientes porque mi esposa pensaba que aquella zona estaba muy peligrosa. Yo dije que sí, porque soy un entusiasta de la fotografía. Es un suceso de tal magnitud que por mi cuenta no habría podido llegar", contó.
"Llegamos y el aire, el ambiente, cambió totalmente. Había mucha tensión. Los carros de bomberos no paraban. Eso era una locura. Pedimos permiso para acercarnos a hacer las fotos a unos 100 o 150 metros del tanque. Llevaba un teleobjetivo. El calor era insoportable, imagina la gente que estaba al lado de los tanques", añadió.
Navarro explicó que su equipo fotográfico es modesto y en la escena había tantas llamaradas en la noche que el contraste entre luces y sombras era muy fuerte. Tomó su cámara y empezó a trabajar, a guardar todos los detalles para que el mundo conociera la magnitud del incendio.
"Lo poco que podía tomar era a los bomberos trabajando. Yo le decía al director del periódico que hiciera fotos con su móvil porque yo no sabía cómo estaban saliendo mis imágenes, si servirían. Era impresionante ver a los bomberos en el piso, con una manguera echándole agua a ese tanque tan grande", cuenta en ese sentido.
"De ese momento solo pude hacer dos o tres fotos porque era tan impresionante que lo único que hacía era la misma foto, la misma foto, la misma foto, de ellos echándole agua al tanque. Era impactante", confesó.
"En ese momento yo no sabía en verdad qué magnitud tenía el incendio. Nos fuimos del lugar, llegué a casa, terminé de bañarme, me senté frente a la computadora y abrí internet. Ya ese tanque había explotado. Estando allí no sabía el peligro que corríamos todos, más ellos que estaban a solo unos metros del tanque que explotó", reconoce.
El incendio se inició el 5 de agosto y continúa activo y en horas de la noche de este lunes se confirmó que ardían en la zona industrial matancera cuatro tanques de 50 mil metros cúbicos de combustible cada uno.
El Teniente Coronel Alexander Ávalos Jorge, segundo Jefe del Departamento Nacional de Extinción del Cuerpo de Bomberos de Cuba, explicó que los bomberos y fuerzas de protección se encontraban defendiendo la terminal 321, que es donde se hallan los tanques de productos claros (gasolina) para evitar la propagación del incendio. Sin embargo, el estallido de estos tanques y el derrame de productos oscuros (crudo) ha provocado una propagación del fuego.
El gobierno cubano indicó este lunes que hay un muerto y rectificó a 14 desaparecidos tras haber sido hallados en hospitales dos bomberos.
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