La ONG Prisoners Defender informó que 1.251 cubanos han estado encarcelados por motivos políticos desde el 1 de agosto de 2021 hasta el 31 de julio de 2022.
La cifra aumentó drásticamente tras las protestas antigubernamentales del 11 de julio en la isla, tras las cuales entraron a las prisiones 979 personas. Estas pasaron a engrosar la lista de 272 prisioneros políticos que ya había al inicio del mes de agosto del año pasado, para un total de 1.251 presos, destacó la organización.
Algunos ya han sido liberados y actualmente hay 1.002 prisioneros políticos y de conciencia encarcelados, "sufriendo condenas judiciales, así como disposiciones de limitación de libertad por parte de las fiscalías, sin supervisión judicial alguna, en flagrante violación de la ley internacional y el debido proceso", según esa instancia con sede en España.
De acuerdo con la entidad defensora de los derechos humanos, todos los presos políticos en Cuba sufren torturas.
"Todos ellos son torturados, como demostró el estudio pormenorizado de 101 casos aleatorios denunciado por Prisoners Defenders ante el Comité Contra la Tortura de las Naciones Unidas (CAT) y los reproches públicos del CAT tras las denuncias de la sociedad civil, que se materializaron en su informe posterior de mayo sobre la situación de la tortura en Cuba", expresa la lista mensual de Prisoners Defenders referida a la isla.
También señala que el informe del Comité de los Derechos del Niño confirmó en junio pasado "que numerosísimos niños y niñas han sido detenidos y condenados a durísimas penas por ejercer su libertad de manifestación y asociación" desde el llamado 11J.
Se reportaron 32 niños y seis niñas encarcelados, para un total de 38 menores. De ellos, cuatro niñas y 22 niños, han sido ya sentenciados, y 16 de ellos por el delito de “sedición”, a una pena media de 5 años de privación de libertad, tras las “rebajas” en los procesos de apelación y casación, argumenta.
El informe explica, además, que en el último mes se registraron 20 nuevos casos de presos políticos en la nación caribeña, lo que coincide con el aumento de las protestas contra los apagones en la isla.
Prisoners Defender advierte, no obstante, que la cifra podría ser mayor, pues en ocasiones la sociedad cubana no denuncia porque "el terror a hablar en inmenso".
En el último mes también salieron del listado 17 presos políticos, la mayoría liberados tras cumplir la totalidad de la pena de cárcel impuesta por el régimen, y otros pocos gracias a "liberaciones selectivas bajo fuertes multas, amenazas, seguimiento y vigilancia constante".
Al menos 697 prisioneros de conciencia sentenciados enfrentan penas entre 1 y 25 años de cárcel y otros presos políticos cargan con penas de 30 años. Unos 12 fueron condenados a cadena perpetua.
Asimismo, 122 mujeres (incluyendo las de género trans) siguen con autos y condenas políticas y de conciencia, dijo Prisoners Defenders.
Esa instancia también reconoce en el país más de 12.000 prisioneros cuyas penas tienen tintes políticos, pues además de los 1.002 antes mencionados, hay otros más de 11.000 civiles, jóvenes negros en su inmensa mayoría no pertenecientes a organizaciones opositoras, con penas medias de 2 años y 10 meses, que sufren condenas “pre-delictivas”, es decir, sin delito alguno cometido.
"El Código Penal vigente contempla que serían personas con tendencia a poder cometer delitos en el futuro “por la conducta que observa en contradicción manifiesta con las normas de la moral socialista” (Art. 72 de Código Penal vigente hasta ahora). Así, se les imponen penas de 1 a 4 años de prisión sin delito ni investigado, ni sucedido, ni cometido, ni tentativo. Lógicamente, estas penas se aplican desde la juventud a todos aquellos que osen mostrar desafecto por las políticas gubernamentales", explica el informe.
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