El bombero cubano Yosbel Leandro Pichi pensó que la misión más dura de la que formaría parte en su vida sería el derrumbe del Hotel Saratoga, pero tres meses estuvo entre los primeros en llegar a la Base de Supertanqueros en Matanzas.
"Yo pensaba que el Saratoga era lo más grande que yo iba a ver, pero realmente esto lo superó por mucho, en grandes proporciones", dijo el bombero de La Habana.
Yosbel es uno de los 130 lesionados a causa de las múltiples explosiones que se dieron en la zona industrial desde la tarde noche del viernes pasado. Aunque agradece el hecho de estar vivo, tener a compañeros suyos desaparecidos o con heridas más graves lo tiene sin consuelo.
"A la vez que tú eres bombero no dejas de serlo nunca. Nosotros somos una familia, es como perder a un ser querido, como eso", dijo con lágrimas en los ojos.
El bombero había salido de guardia el viernes y recibió una llamada a las 12 de la noche, que pedía a todo el personal de descanso acudir al comando.
Junto a otros compañeros partió hacia Matanzas, llegaron a la zona industrial cerca de las dos de la madrugada, y alrededor de las cinco "el tanque colapsó y todo el combustible se desparramó y las llamas subieron a una altura enorme y corrimos".
Yosbel tiene quemaduras leves en los tobillos, brazos, cuello, manos y una pierna. Fue atendido primero en Matanzas y luego en el Calixto García de La Habana.
Los bomberos desaparecidos habían llegado antes y estaban alrededor del tanque incendiado enfriando otros dos tanques para evitar que se incendiaran.
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