El bombero cubano Juan Carlos López González, con un largo historial de misiones en situaciones de alto riesgo, asegura que el incendio de la Base de Supertanqueros de Matanzas ha sido lo peor que ha vivido.
Juan Carlos, Jefe del Comando A de la Estación de Bomberos de Centro Habana y Habana Vieja, reveló a la televisión que cuando se desató el desastre sus jefes no lo llamaron, en atención a que es padre de una niña de meses. Solo su insistencia logró que lo incluyeran en el equipo que acudió a combatir el fuego.
Acerca de la fatídica explosión que se llevó la vida de 16 personas, afirma que no la vio, porque estaba de espaldas.
"Lo que vi fue que se alumbró eso como si fuera pleno día, y sentí un golpe de calor que nos chocó en la espalda que parecía que tenía puesto un soplete", relató.
Cuando Juan Carlos miró hacia atrás vio el combustible derramado que iba hacia él y sus compañeros, y entonces todos se echaron a correr.
"Hubo carros que pudieron salir, hubo otros que no pudieron salir en el momento porque no dio tiempo, eso era como una lava que venía para arriba de nosotros, a una velocidad que en menos de 15 segundos arrasó con todo lo que estaba a su alrededor", recalcó.
El bombero de 33 años sufre quemaduras de segundo grado en la espalda, el torso y la mano derecha. Su jefe de comando corrió peor suerte, porque está ingresado en estado crítico.
"Más que el dolor que pueda tener de las quemaduras ahora mismo, me duele más que todavía hay compañeros míos que están desaparecidos. Y más que compañeros tengo un hermano que no aparece", dijo entre lágrimas.
Juan Carlos López González fue el primer bombero que en mayo pasado logró entrar al Hotel Saratoga tras la terrible explosión en la que murieron 47 personas.
El pasado domingo 7 de agosto fue su cumpleaños, y en las redes sociales numerosas personas le desearon una pronta recuperación de sus heridas y le agradecieron por su disposición a salvar vidas a riesgo de la suya propia.
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