Peritos cubanos en Medicina legal informaron este miércoles que no podrán identificarse de manera absoluta los restos óseos de las 14 personas reportadas como desaparecidas durante el incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas.
El doctor en Ciencias Jorge González, al frente del equipo de peritos forenses que emprendieron la búsqueda de los restos de los desaparecidos en el lugar donde ocurrió el siniestro, dijo en una conferencia de prensa que "no se ha podido realizar una identificación absoluta de los restos encontrados".
El especialista en Medicina Forense aseguró en la rueda de prensa, transmitida en vivo por el perfil de Facebook del Canal Caribe, que se recuperaron 754 fragmentos óseos, que se ordenaron en 14 agrupaciones de restos que se corresponden con la cifra de personas desaparecidas, pero -dijo- "no podemos distinguir o diferenciar una de otra y ponerle nombre a estos restos".
Alegó que debido a las altas temperaturas a que estuvieron sometidos los cuerpos no quedaron restos de ADN ni otros elementos físicos indispensables para poder realizar la identificación absoluta de cada una de esas agrupaciones de restos óseos hallados durante el trabajo pericial, que se concentró alrededor del tanque 51 del sitio de la catástrofe.
González explicó que, de acuerdo con los parámetros internacionales, la identificación absoluta puede lograrse cuando hay una correspondencia entre el fragmento y la identidad de la persona, mientras que la identificación relativa o parcial no define que sea una persona específica, sino que solamente estima si es un hombre o a una mujer, su edad y estatura.
El experto dijo que para establecer una identidad absoluta son indispensables tres elementos: la deca dactilar; el estudio de la dentadura, de la que a causa del fuego no queda rastro; y los exámenes de biología forense (ADN). Sobre este último elemento, aseguró que no fue posible aplicar la extracción de ADN, debido a que los restos hallados estuvieron sometidos a elevadas temperaturas durante prolongado tiempo.
El voraz incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas, en el occidente de Cuba, se desató la tarde del pasado 5 de agosto por el impacto de una descarga eléctrica sobre uno de los depósitos de combustible en la zona industrial, según la versión oficial. Como consecuencia del fuego, murieron 16 personas -dos de ellas ya identificadas anteriormente- y 132 resultaron lesionadas, 17 de las cuales aún permanecen hospitalizadas.
En la rueda de prensa de este miércoles, González informó que las conclusiones del equipo de especialistas cubanos fueron consultadas con expertos internacionales de la Cruz Roja y todos coincidieron en que no había posibilidad de identificar los restos de forma absoluta.
Según el especialista, intentaron contactar con expertos de EE.UU., pero no pudieron lograr que estos valoraran también sus investigaciones.
El también presidente de la Sociedad Cubana de Medicina Legal dijo a los periodistas que él se reunió personalmente con todos los familiares de los desaparecidos, a quienes puso al tanto del proceso de investigación y las razones por las que ninguno podría reclamar los restos encontrados.
Apuntó que en nombre de los peritos y científicos que trabajaron en la búsqueda de los restos, les transmitió sus condolencias a los familiares y amigos de los 14 desaparecidos, de quienes aún no se han revelado oficialmente los nombres.
González dio detalles de cómo realizaron la búsqueda de los restos de los desaparecidos en el incendio de grandes proporciones en la zona industrial de Matanzas.
Explicó que en la preparación de esa búsqueda realizaron una modelación de lo qué realmente podían encontrar, tras la extinción del fuego que duró casi una semana.
“En un horno incinerador de cadáveres, como los que hay en Cuba o en cualquier país del mundo, en dos horas, a 800 grados centígrados, se convierte en ceniza un cuerpo. De forma tal que, partiendo de este concepto, la primera modelación que hicimos era que si las condiciones ahí fueron por el efecto de las llamas podía haberse desaparecido todo”, subrayó.
El experto argumentó que, según sus estimaciones, en el centro del incendio las temperaturas se elevaron a entre 1,000 o 2,000 grados centígrados, y que la labor pericial que hicieron la concentraron alrededor del supertanquero #51, el segundo en incendiarse en la batería de los cuatro tanques de 50 mil metros cúbicos que se comprometieron en esta tragedia.
Señaló que en su primera modelación estimaron que “no íbamos a encontrar nada y que todo era ceniza disuelta en el combustible que se había derramado”.
Asimismo, aseguró que en Cuba se dispone de tecnología avanzada, acorde al desarrollo del momento actual, para cualquier tipo de investigación que se hubiese derivado de este proceso.
Además, recordó que se ha trabajado en innumerables casos, aunque no con estas características, como la búsqueda de los restos de integrantes de la guerrilla del Che Guevara en Bolivia y en la llamada Operación Tributo de repatriación de más de 2,000 cubanos que fallecieron durante misiones militares en distintos países del mundo.
El especialista se refirió también a una segunda modelación, en la que tuvieron en cuenta un posible derrumbe sobre algún cuerpo, la caída de tubos o el desprendimiento de algún elemento metálico que pudiese haberse desplomado sobre un cuerpo e impedir la carbonización, o sea, la incineración total de ese cuerpo.
Informó, además, que ellos tuvieron en cuenta que, debido al derrame de combustible, algún cuerpo podría estar debajo del líquido y la combustión no sería total según el momento en el que se extinguió el incendio.
Señaló también que ellos ya se encontraban listos en Matanzas, pero tuvieron que esperar a que se extinguiera el área para comenzar la investigación en el terreno.
“Tuvimos que entrar cuando todavía había áreas incendiadas. Había humo, tuvimos que entrar y salir. Hubo compañeros a los que los zapatos se les derritieron producto del calor intenso que había en el suelo. Hubo dificultades que se fueron superando en la medida en que fue pasando el tiempo y por la acción del equipo de extinción que estaba constantemente ahí, además para protegernos a nosotros”, relató.
En la última semana, a partir de reportes de familiares y amigos, y contactos con algunos familiares, CiberCuba identificó a 13 de los 14 desaparecidos mientras intentaban sofocar el incendio en la zona Industrial en Matanzas el sábado 6 de agosto.
Entre ellos, hay bomberos profesionales, empleados de una empresa militar y conductores de pipas y jóvenes reclutas que cumplían su Servicio Militar Obligatorio en el Comando 3 de bomberos del viejo aeropuerto de Varadero y en la terminal internacional "Juan Gualberto Gómez", cuyo equipo fue puesto en estado de máxima alerta, pero manteniendo el grueso en su base.
Además, se reportaron como desaparecidos cinco trabajadores de empresas estatales entre los que estaban choferes de camiones cisterna, que abastecían de agua a los rescatistas tras fallar el sistema de bombeo directo desde la bahía, y empleados de una empresa militar, cuya identificación no fue facilitada por las fuentes.
En esta jornada, también trascendió que Cuba había pedido ayuda internacional para el proceso de búsqueda e identificación de los restos de las personas reportadas como desaparecidas durante esta tragedia.
Según el doctor González, los expertos cubanos se comunicaron con personalidades de prestigio mundial en esa rama, y entidades como la Cruz Roja Internacional, para elaborar un informe conclusivo con criterios de rigor y el consenso de los mejores especialistas.
Este lunes, el ministro de Salud, José Ángel Portal Miranda, informó que había concluido la primera etapa de la búsqueda de los restos, y que comenzarían las labores de reconocimiento de las víctimas en los laboratorios.
"Se trabaja en la caracterización y clasificación de cada uno de los restos óseos encontrados, para lo cual se procede al análisis y descripción de todos los detalles, con el propósito de buscar signos que permitan su identificación", explicó entonces el funcionario.
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