El cortejo fúnebre con los restos de los 14 bomberos cubanos fallecidos en el incendio de la Base de Supertanqueros de Matanzas partió la tarde de este viernes hacia el cementerio de San Carlos de esa provincia, donde se les dio sepultura.
La prensa local publicó varias imágenes en Facebook del momento del inicio del traslado a las 6 pm desde el Museo de los Bomberos de la ciudad de Matanzas hacia la necrópolis.
Poco antes de que saliera el cortejo fúnebre, llegaron al Museo de los Bomberos el gobernante Miguel Díaz-Canel y el General Raúl Castro como máxima expresión del tributo del régimen a las víctimas del desastre.
Castro y Díaz-Canel expresaron sus condolencias a los familiares. “Nuestras más sentidas condolencias y el acompañamiento a ustedes en este momento”, manifestó el mandatario, mientras Castro asintió con la mano puesta en el pecho.
El cortejo fúnebre pasó por la calle Milanés, hasta Guachinango y Calzada del Naranjal, y los matanceros lo acompañaron desde los dos lados de la calle a pesar de la llovizna que comenzó a caer a esa hora.
Los restos serán depositados en el Panteón de los Caídos por la Defensa en el cementerio de la ciudad, donde se efectuó la ceremonia de inhumación, privada y de carácter familiar.
El régimen cubano preparó cuidadosamente el homenaje a los fallecidos, en medio de fuertes críticas por haber enviado a la zona roja del incendio en la Base de Supertanqueros a jóvenes inexpertos que pasaban el Servicio Militar obligatorio.
Con su presencia en la ceremonia, Castro dio un nuevo espaldarazo a su sucesor en medio de acusaciones al gobierno cubano por negligencias en los mecanismos de seguridad que podrían haber provocado la expansión del incendio, desatado el pasado 5 de agosto.
Los honores a los 14 bomberos inició en horas de la mañana de este viernes. El pueblo matancero acudió a mostrar su respeto a los fallecidos, varios de los cuales eran jóvenes de entre 19 y 23 años. Los miembros de la Cruz Roja se arrodillaron frente a las cajas con los restos en señal de respeto sus compañeros, y muchos bomberos relataron lo que vivieron el día de la mortal explosión.
Las 14 víctimas desaparecieron en la madrugada del sábado 6 de agosto, cuando explotó un segundo tanque de fueloil, muy próximo al lugar desde donde los bomberos intentaban sofocar las llamas del primer depósito incendiado el día anterior, para evitar que la combustión se propagara.
El régimen cubano ocultó las identidades de los mismos hasta este jueves, a fin de evitar los cuestionamientos por el uso de jóvenes sin preparación en este tipo de siniestros, lo cual ha sido considerado una negligencia. Incluso, aún no ha publicado sus edades.
Testigos que lograron escapar del siniestro afirmaron que el fuego abrasó a los bomberos y al resto de las personas desaparecidas, cuyos nombres son: Adriano Rodríguez Gutiérrez, Andy Mitchel Ramos Sotolongo, Areskys Quintero Orta, Diosdel Nazco Vargas, Fabián Naranjo Núñez, Leo Alejandro Doval Pérez de Prado, Luis Ángel Álvarez Leyva, Luis Raúl Aguilar Zamora, Michel Rodríguez Román, Osley Marante Guerra, Osmani Blasco Sosa, Pablo Ángel López Martell, Raciel Alonso Martínez y Rolando Oviedo Sosa.
Todos eran originarios de Matanzas, La Habana y Mayabeque.
La revelación de las identidades ocurrió un día después de que el doctor Jorge González Pérez, quien estuvo al frente del grupo de expertos encargado de la búsqueda e identificación de estas personas, concluyera que en el lugar del incendio habían sido encontrados 14 grupos de restos óseos, lo cual coincidía con la cifra de desaparecidos.
En la conferencia de prensa donde se presentaron detalles del hallazgo, el especialista afirmó que no fue posible identificar de forma absoluta los restos de ninguno de ellos, debido a la ausencia de los tres elementos indispensables para hacer el reconocimiento (deca dactilar, muestras dentarias y de ADN), destruidos por la prolongada exposición de los cuerpos a temperaturas de entre 1,000 a 2000 grados centígrados.
Sobre la búsqueda de los desaparecidos, el miércoles el doctor González Pérez, presidente de la Sociedad Cubana de Medicina Legal, explicó que, como resultado de la labor pericial en los alrededores del tanque 51 (conocido como el dos), se recuperaron 754 pequeños fragmentos óseos, divididos en 14 agrupaciones, que coincidían con el número de desaparecidos.
Aunque se trabajó para caracterizarlos, "fue imposible efectuar el cotejo de huellas, análisis de la dentadura, o análisis de ADN, debido a las altas temperaturas a que fueron sometidos los restos; una conclusión avalada por los expertos internacionales consultados", subrayó.
Es decir, señaló el científico, no se puede establecer a qué persona pertenecen.
A la lista de 14 fallecidos se suman el primer operador de tanque de agua Juan Carlos Santana Garrido, de 60 años, del Cuerpo de Bomberos de la Refinería de Petróleo Camilo Cienfuegos, y el joven oficial de 24 años Elier Manuel Correa Aguilar, jefe de carro de Bombero profesional en el Comando Aeropuerto de Matanzas, quien murió en un hospital a consecuencia de graves quemaduras.
Con ellos dos suman un total de 16 muertos por el siniestro.
El miércoles, tras estas conclusiones, el régimen cubano decretó duelo oficial en honor a los bomberos. La bandera nacional ondeará a media asta desde las 6:00 a.m. del 18 de agosto hasta las 12 de la noche del día 19.
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