Los basureros y derrames de aguas residuales aumentan la incidencia del dengue en la ciudad de Cienfuegos, y agravan una situación ya crítica por la carencia de combustible para fumigar.
Este mes solo se llegará a un 60 % del territorio fumigado en la capital de la provincia. En medio de esa crisis, las autoridades recomiendan medidas de prevención para evitar que otros factores aumenten el riesgo de infestación del mosquito Aedes aegypti, indicó el periódico 5 de Septiembre.
“El efecto de acciones sanitarias como la pesquisa o la ampliación de capacidades hospitalarias para la atención de enfermos, puede debilitarse si no se acompaña de chapeas sistemáticas, eliminar salideros, recoger micro vertederos espontáneos o asfaltar, rellenar o subsanar baches —tan comunes— que acumulan agua”, resumió el medio local.
Cienfuegos no cuenta con la capacidad logística para enfrentar la proliferación del mosquito. Unido a la falta de combustible, también se halla la poca disponibilidad de equipos de fumigación.
Edelys Molina Moreira, subdirector del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, dijo que en la campaña antivectorial inciden otros elementos negativos como la obsolescencia tecnológica del equipamiento de fumigación.
En el municipio de Cienfuegos solo hay disponibles unas 55 bazucas de las 103 requeridas y tienen entre 8 y 10 años de explotación. Los equipos (las llamadas fumigadoras “IKA”) fueron dañados por el cloro cuando se utilizaron para esparcir esta sustancia durante la pandemia de COVID-19.
Las pocas alternativas por las que apuestan las autoridades sanitarias para contribuir a la reducción de los focos de Aedes aegypti pasan por la implicación de cada institución y empresa en el saneamiento. Estos, junto con las empresas de Servicios Comunales y Acueducto, deberían participar en la campaña para combatir el vector ante el aumento del peligro, indicó la nota del periódico.
La disposición de equipos como retroexcavadoras o buldóceres podrían destinarse a la recogida de desechos sólidos en los lugares más críticos.
Es “impostergable” la limpieza en calles, aceras, áreas verdes y cada escenario donde la suciedad pueda complicar la situación y, en particular, evitarse los vertederos alrededor de los edificios multifamiliares, apuntó el reporte. Mientras, en las viviendas debe seguir realizándose el llamado autofocal, para evitar el surgimiento de larvas en los depósitos de agua.
Muchos cubanos han reportado en los últimos meses la multiplicación de vertederos y derrames de aguas albañales. Incluso en zonas turísticas de La Habana se han registrado basureros en medio de aguas albañales, que agravan el panorama de insalubridad.
En otras provincias la basura se acumula en cualquier esquina, incluso en las inmediaciones de hospitales, escuelas y círculos infantiles.
Al aumento de focos de mosquitos en los basureros también se suman la presencia de roedores y una pestilencia insostenible.
La tasa de incidencia del dengue sigue en ascenso. La Habana, Holguín, Camagüey, Santiago de Cuba, Sancti Spíritus, Las Tunas, Matanzas y Cienfuegos presentaron recientemente la mayor cantidad de nuevos casos de esa enfermedad.
Entre el 31 de julio y el 6 de agosto se había reportado transmisión de dengue en 12 provincias, 25 municipios y 37 áreas de salud del país.
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