Los basureros y derrames de aguas albañales aumentan la incidencia del dengue en Guantánamo, y agravan una situación ya crítica por la carencia de combustible para fumigar.
Los problemas con el alcantarillado y la recogida de desechos sólidos son dos de los que más afectan a la población de la ciudad de Guantánamo, indicó un reporte de la televisora local TvSolvision. El vertimiento de aguas albañales por calles, aceras y otras áreas donde viven y transitan vecinos constituye un serio problema para la salud.
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Estos sitios son favorables para la reproducción del mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue y otras enfermedades.
La fumigación es imprescindible pero no se dispone de los recursos necesarios para efectuarla de forma masiva. En cambio, las autoridades recomendaron a la población realizar revisiones continuas de los patios y jardines para eliminar recipientes que contengan agua y de esa forma destruir posibles criaderos de mosquitos.
En la presente temporada estival, donde las condiciones son propicias para la aparición de lluvias, se le pidió a la población extremar las medidas de limpieza para evitar la proliferación del mosquito.
Los índices de infestación del insecto siguen preocupando a las autoridades por su incremento y agrava la situación epidemiológica de la provincia que en fechas recientes experimentó, además, un alza en los contagios por coronavirus.
Ante la falta de combustible que paraliza las acciones masivas de fumigación, se opta por apelar a la higiene de la población para que la insalubridad no empeore la situación.
La inacción de empresas de Servicios Comunales y Acueducto provocan la acumulación de basura y arroyos imparables de aguas residuales.
Las autoridades sanitarias advirtieron a inicios de este mes que el mayor pico en los contagios de dengue ocurriría en septiembre y octubre de acuerdo con el comportamiento histórico del virus, lo cual resulta preocupante por la falta de recursos materiales y medicamentos para enfrentar una epidemia.
Así lo había revelado recientemente Rafael González Ramírez, especialista de epidemiología en el Centro provincial de Higiene, quien admitió que los contagios comenzaron a aumentar desde finales de mayo y no hay recursos necesarios para hacer frente a la propagación del dengue.
La única opción posible es pedir a la población que reduzcan la focalidad en sus propias casas y vecindarios, dijo en ese momento.
La primera semana de agosto se confirmaron 600 casos de dengue en ese territorio tras realizar pruebas reactivas de IgM a más de 1,150 personas que se presentaron en centros asistenciales con síntomas febriles.
La situación es grave. Este año los niveles de infección provocados en el país por el mosquito Aedes aegypti superaron en casi un 50 % los valores registrados en el mismo periodo de 2021.
Específicamente se ha incrementado el dengue y sus formas graves, como el dengue hemorrágico, el cual ha ocasionado algunas muertes.
En otras provincias ha sido alarmante también el aumento de los basureros y la insalubridad que favorecen el surgimiento de larvas de mosquitos; mientras que en algunos territorios siguen alertas ante la multiplicación de casos de dengue.
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