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El plan de construcción de viviendas en Pinar del Río para el primer semestre de 2022 se incumplió en casi un 50%, luego de que de 364 edificaciones previstas quedaran sin terminar 152.
“En cuanto a las inejecuciones de inversiones destaca negativamente que no se concluyeron 152 viviendas de las 346 planificadas, en ello repercute el déficit de fuerza laboral calificada y mal aprovechamiento de la existente, así como carencia de elementos de terminación y otros materiales para la construcción”, admitió al respecto el periodico provincial Guerrillero.
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De acuerdo con la publicación, los datos fueron revelados por las autoridades del gobierno pinareño durante un análisis del presupuesto local en el que también trascendió que la provincia más occidental de Cuba “gasta más de lo planificado e ingresa menos”, aunque se redujo la brecha entre estos dos indicadores en más de 160 millones de pesos.
“Hay inejecuciones en inversiones y otras actividades, e ineficiencia en el cobro de las multas, de las 28 161 pendientes 23 921 están en vía de apremio y representan 23 577 300 de pesos. Los municipios Pinar del Río, San Juan y Martínez, Consolación del Sur y Viñales, superaron lo previsto en cuanto a ingresos cedidos y disminuyeron su déficit, los siete restantes lo incrementaron”, advirtió la misma fuente.
La situación de la vivienda en esa provincia resulta crítica. Según datos revelados en julio pasado un total de 6,347 familias aguardan -desde hace veinte años- por una nueva casa; tras haber perdido las suyas durante eventos meteorológicos.
Estas elevadas cifras oficiales no contemplan los casos de quienes han perdido sus hogares por derrumbes y deterioros constructivos. No obstante, reconocen que, tanto las edificaciones que debe llevar a cabo el estado, como las que se realizan por iniciativa propia, presentan atrasos considerables que inciden en la ejecución de solo el 10% de lo previsto.
Uno de los principales problemas que enfrenta el territorio es la escasez de recursos y materiales de construcción que se ha agravado en los últimos tiempos. En abril de este año se retomó como “alternativa” la edificación de viviendas con techos de bóveda.
Para esa fecha solo se había levantado una casa con esas características, aunque el gobierno local anunció el levantamiento de al menos 45, “a promedio de cuatro por municipio, las cuales servirán de polígono en cada uno de los territorios, para hacerlo extensivo a la población”, según un reporte de Guerrillero.
La crisis de la vivienda afecta además a otras provincias. En Ciego de Ávila, a cinco años del paso del Huracán Irma, continúan sin reparar una buena parte de los inmuebles familiares afectados por las lluvias y los vientos, particularmente en las zonas más vulnerables.
Solo en el municipio de Chambas sufrieron derrumbes totales 1,300 casas, de acuerdo con un reporte del periódico oficialista local Invasor, que reconoció que una de las comunidades más dañadas es la de Los Perros, donde quedaron destruidos numerosos hogares con techos de guano, los cuales, al menos hasta mayo último, seguían sin ser reconstruidas por el Estado, que pone como excusa la falta de recursos.
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