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La modelo cubana Lisandra Silva fue una de las invitadas especiales al programa Pero Con Respeto de ChileVisión, una oportunidad para hacer algunas revelaciones y dar una mirada en retrospectiva a su vida.
La conversación con Julio César Rodríguez, conductor del programa, fue un acercamiento a las diferentes facetas de la vida de Lisandra, los momentos más complejos de su carrera, sus experiencias como emigrante y mamá y su relación con su actual pareja.
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Lisandra compartió entre risas que actualmente en su casa “se baila harto pero con las mamaderas puestas, el saca leche, cambiando pañales”, haciendo alusión a su vida actual como mamá del pequeño Noah y la bebé Leiah.
La joven habló de la maternidad como “algo lindo” y, para sorpresa de algunos, dijo que tiene deseos de tener más niños. Lisandra aseguró que durante esta etapa siempre su pareja, el bailarín chileno Raúl Peralta, ha estado allí para ella y los pequeños.
Durante el programa, Lisandra confesó que nunca se imaginó su vida en Chile: “Salí de Cuba muy jovencita, a los 18 años, como una trotamundos, me fui a Turquía y a España, a trabajar como modelo. Llegué a Italia con un contrato de 5 años y prácticamente mi vida me la imaginé en Europa”.
La ruptura con su expareja Marco Ferri fue una de las cosas que la impulsó a abandonar Italia, y quiso probar suerte en Estados Unidos; sin embargo, esta nueva etapa no fue fácil, cuando llevaba poco más de un mes en ese país le congelaron todo el dinero por los conflictos entre Cuba y Estados Unidos.
La empresaria confesó que, de un día para otro se vio en la calle, sin nada, tuvo que trabajar en una cafetería donde “le pagaban por la izquierda”. Después participó en el concurso Nuestra Belleza Latina y eso le dio mucha popularidad en ese territorio.
Cuando la llamaron para trabajar en Chile pensó que solo sería por tres meses, pero de eso han pasado ya cinco años.
La modelo también recordó sus inicios en Cuba y recalcó que aunque muchos ven muy bien el hecho de que en la isla la educación y la salud son gratis, en su caso fue muy duro el tiempo de su escuela al campo trabajando y recogiendo papa, calabaza y en condiciones muy precarias.
Lisandra compartió que siempre estaba en las “cárceles” para los alumnos que se portaban mal, unos cuartos oscuros sin luz, porque se quedaba dormida y no recogía papas o se robaba los sacos que ya estaban completos y los pasaba a su surco.
La joven aprovechó la oportunidad para contar cómo fueron sus primeros pasos en el modelaje en La Maison en La Habana, cuando comenzó a hacer comerciales, videoclips y es justo este mundo el que le dio la oportunidad de salir de Cuba.
Un momento muy esperado de la entrevista fue cuando Lisandra contó los comienzos de su relación con Raúl Peralta y cómo “lo flechó” en la academia de baile con su carisma cubano.
Desde ese momento, “él hizo lo humana e inhumanamente posible” para conquistarla, añadió Lisandra; tanto así que ya la pareja lleva cuatro años juntos y tiene dos hijos en común.
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