Un video compartido en las últimas horas a través de redes sociales mostró un fragmento de una discusión sostenida entre una funcionaria de la Aduana de Cuba y un ciudadano cubano que se negó a pagar 20 mil pesos para extraer unas “cajas” retenidas por esta institución.
“Ahí están las cajas de nosotros. Nosotros no podemos pagar. Vamos a llevarnos bien. Yo no voy a dar nada”, se le escucha decir al cubano que discute a través de una cerca con una presunta inspectora de la Aduana.
Las imágenes, grabadas en la oscuridad de la noche y a escondidas, no permiten identificar el lugar donde se desarrolló la discusión. Tampoco se tiene más información sobre el presunto caso de corrupción que denuncia el video.
“¡Qué asco cuando ves estas cosas! Lo que le mandamos a nuestras familias, en la aduana se lo cogen… y te dicen está el contenedor decomisado. ¡Sin darte un documento oficial o una explicación! ¡Aquí se coge a una aduanera en plena estafa!”, indicó la usuaria identificada como Yamilet Rivero en Facebook.
Al momento de redactar esta nota, CiberCuba no ha recibido respuesta por parte de la internauta que compartió el video en sus redes sociales.
Luego de un careo entre el joven y la presunta funcionaria de aduanas, el joven insistió en que terminaría llevándose las cajas sin pagar. “¿Sí, mi amor?”, le preguntó irónica la mujer con la que discutía.
“Te tengo grabada pidiendo 20 mil pesos. No inventes conmigo, que yo soy un verdadero loco. Ni se va el camión ese todavía si me da la gana... (inaudible)… Yo no trafico ni nada, no quiero invento”, le avisó el supuesto dueño del equipaje retenido.
“Las cajas mías las voy a recoger o no sale el camión, y vamos a salir por el noticiero y en todos lados, para que no te hagas la inspectora. Así que deja las cosas como están y quédate tranquila conmigo”, le advirtió el joven en tono amenazante.
Al final de la grabación se escucha la voz de una mujer que habla con las funcionarias al otro lado de la cerca. “Si tú dijeras que tengo cosas para vender y le voy a sacar los 20 mil… pero yo no tengo nada para vender”, le dice una de las afectadas por la retención aduanera, explicando que el contenido de las cajas eran objetos personales, no importados para su venta.
A mediados de agosto, la Aduana de Cuba decomisó una planta eléctrica a un pasajero que se excedió en el límite permitido, tras la entrada en vigor de las nuevas disposiciones para las importaciones a la isla sin carácter comercial.
“Desde el día 15 de agosto, cuando entraron en vigor las nuevas normas de Aduana, solo se ha decomisado un artículo a un pasajero. Se trata de un viajero que trajo al país tres plantas eléctricas, cuando lo permitido hoy son dos por cada persona”, expuso en su perfil de Facebook el periodista de la Televisión Cubana, Lázaro Manuel Alonso.
Alonso, quien señaló que realiza un reportaje para el sistema informativo de la TV en la isla, aseguró que “el resto de los viajeros han entrado al país todo su equipaje” y que “se mantiene libre de impuestos y sin límites en las cantidades, la importación de medicamentos, aseo y alimentos”.
Desde el 15 de agosto pasado, el gobierno cubano autorizó la entrada sin fines comerciales de hasta seis teléfonos móviles (cinco de importación y el personal) y estableció un valor por peso de misceláneas y otros productos.
Las nuevas medidas establecen los valores de referencia elaborados por la Aduana para determinar el precio de los productos que se importen a la isla, y que en su conjunto deben sumar unos 1,000 USD para los equipajes acompañantes y no acompañantes.
Se permitirá también la importación como equipaje hasta dos artículos de los denominados ciclomotores eléctricos de hasta dos plazas o uno por la vía de envíos, así como hasta dos artículos que clasifiquen como bicicletas, bicicletas eléctricas y de pedaleo asistido, patinetas eléctricas o similares.
También se eliminó la práctica de determinar el carácter comercial de las misceláneas (calzado, confecciones, alimentos, artículos de aseo personal y del hogar, bisutería, perfumería y similares) mediante el conteo de los artículos. Por tanto, no tendrán en cuenta la cantidad que se importe, sino que sean productos diversos.
Con esta decisión, los funcionarios de la Aduana General de la República tendrán potestad discrecional para determinar cuándo la importación de miscelánea tiene fines comerciales y podrán decomisar todo aquello que incumpla las normas.
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