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Un joven de 29 años murió electrocutado en el municipio Songo La Maya, en Santiago de Cuba, al tratar de robar un cable tensor de los que sujetan los postes de la luz, material demandado por los cuentapropistas que fabrican colchones.
El hecho ocurrió en la cooperativa “Pedro Oliva” el pasado 29 de julio, aunque no había trascendido hasta ahora, que el medio independiente Cubanet dio detalles de lo sucedido e identificó a la víctima como Rasiel Montero, residente en el barrio de La Mina, también en Songo La Maya.
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"Yo lo conocía bien de la calle y sé que robaba los cables tensores que sujetan los postes de la luz para vendérselos a los colchoneros. En una ocasión le dije que se saliera de eso porque era demasiado peligroso, pero no me hizo caso”, lamentó un vecino del fallecido en declaraciones al citado medio.
El joven quiso aprovechar un apagón programado de seis horas para sustraer el cable, pero el restablecimiento del fluido eléctrico antes de tiempo le costó la vida.
Rasiel Montero murió al instante luego de que su cuerpo hizo contacto con el tendido de 33 KV.
Los cables tensores que sujetan los postes de electricidad son utilizados para elaborar los muelles que conforman el núcleo de los colchones hechos por particulares. Cada metro del material se vende como promedio a 35 pesos cubanos, según fuentes consultadas por Cubanet.
A la muerte del joven se suma la queja en el tratamiento de su cadáver, pues según el reporte falleció en horas de la mañana y estuvo en el suelo bajo el sol hasta pasadas las cuatro de la tarde, cuando la Policía y Medicina Legal llegaron al lugar para hacer las debidas diligencias y retirar el cadáver.
Hace poco más de una semana otro joven santiaguero falleció en esa provincia en una tragedia marcada también por la búsqueda desesperada de dinero aunque ello suponga poner en grave riesgo la vida.
Yordenis Nieves Ramos, de 32 años, falleció el 24 de agosto en un derrumbe ocurrido en una de las estructuras de la antigua vocacional "Antonio Maceo Grajales". Al parecer la víctima estaba sustrayendo del lugar tiras de acero para venderlas.
En la instalación, que fue declarada inhabitable, ya se había reportado un incidente similar en julio, en el que resultaron heridas otras dos personas.
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