Arsenio Rodríguez Quintana (La Habana, 1964) vive enfrascado en la indagación de la República; hurtada por el castrismo y su epílogo a ritmo de contingente. Bisnieto del "Bárbaro del ritmo", el entrevistado es historiador con oído atento a las sonoridades de los negros congos; pero conocedor que el mundo -como Castilla la vieja- es ancho y enriquecedor; ha aprovechado su exilio en Cataluña para averiguar por donde le entra el agua a los chiringuitos, bailar en el carnaval de Indianos de Begur y emocionarse con las habaneras cantadas al son de la brava costa mediterránea, inmortalizada por Joan Manuel Serrat.
Pero nadie debe caer en la tentación de imaginarlo en una Masía de marfil, ensimismado en el siglo XX; cuando merece la pena, Arsenio Rodríguez Quintana, suelta un grito razonado como "Los acuertelados de San Isidro", poniendo puntos sobre las amargas verdades que asolan a Cuba.
El pretexto para esta cháchara fue la publicación de su penúltimo libro; joya de Cuba, que tanto ha aportado a la cultura universal, porque la isla fue cruce de caminos y razas; pero con ventajas como el Siglo de Oro español y la modernidad americana.
Nadie es más Luis de Góngora que Manuel Corona pintando ebúrneos senos; como corresponde a uno de esos negros mágicos que nos libraron de la zeta; mientras norteamericanos impusieron su know how, sazonado con las vicisitudes de los congos que imantaron al niño Benny Moré, el arroz frito Made in Chinatown of San Francisco y las matzá de la Sinagoga de Nueva York, donde Patato Valdés hizo magia con las tumbadoras.
Tu libro "La Música Cubana en el cine Americano y Europeo" forma parte de tu indagación de la República ¿Por qué esa fijación con la etapa anterior al castrismo?
Mira, el castrismo desde 1959, ha hecho una deconstrucción (borrón y cuenta nueva) de la República, que abarcó de 1902 a 1959, denigrando todo lo que hicieron los cubanos por su país, en esa etapa histórica.
Si escogemos 59 años de la revolución, 59 años de España, y 59 años de la República con influencia clara de Estados Unidos, a nadie le queda dudas, que la modernidad, y la entrada de Cuba como país a la historia cultural del mundo, se debió al rápido desarrollo impulsado por los estadounidenses, sin dudas su mejor influencia.
En cambio, la dictadura cubana o su eufemismo: revolución, se ha empeñado en opacar y suplantar la identidad de la República y en crear programas educativos para destruirla y dejarla sin razón de ser. Desde sus presidentes hasta su desarrollo arquitectónico; único en Cuba. El paseo del Prado, Parque Central y de la Fraternidad, el Capitolio, el Malecón, Plaza Cívica (Renombrada Revolución) túneles de La Habana, barrios desde el Vedado hasta Miramar, Nuevo Vedado, Víbora ParK,en fin.
Antes de la revolución, la República creó una escuela en cada pueblo de Cuba, Tomás Estrada Palma, que era maestro así lo marcó; pero a ese primer presidente -que José Martí antes de marchar a Cuba a la guerra le dejó encargado del Partido Revolucionario Cubano- el castrismo le llama vendido de Estados Unidos y obvia hasta lo que hizo en la Salud Pública junto a Carlos J Finlay y el departamento de Sanidad estadounidense.
En mi libro Historia del Malecón Habanero; que demoré 25 años en escribir e investigar, doy todos los detalles de una república cubana redescubierta. Hablar de la música cubana en el cine, es también desvelar que sin dudas, Dámaso Pérez Prado, Ernesto Lecuona, y Oswaldo Farrés, son autores de bandas sonoras del cine universal, y los tres fueron denostados también por la revolución por haberse ido de Cuba, cuando ellos llegaron. Y su obra y música fue pilar precisamente de la república, aunque todavía se hoy siguen en bandas sonoras del siglo XXI del cine americano, europeo y hasta asiático.
¿Cuáles consideras que son los principales aportes de Cuba a la música y cómo una generación de músicos cubanos consiguió convertirse en el alma sonora del cine contemporáneo?
Creo fue una casualidad que Xavier Cugat, músico catalán que vivió y se formó en Cuba, viajara a Nueva York, donde se casó con la cubana Rita Montaner. Cugat fue el primero que comenzó a trabajar con Al Jonson (el primero que puso voz a una película sonora en Estados Unidos).
Cugat, desde los comienzos del cine sonoro, tocó rumbas, boleros, sones y tangos. Más tarde, mambos y chachachás. En los años cuarenta y cincuenta; cuando se desarrolla la Época de oro del cine mexicano, tuvimos la suerte que el mambo de Pérez Prado fuera considerado por las rumberas lo más esencial y prácticamente la banda sonora por antonomasia de ese cine dorado. El aporte de Cuba fue esencial.
¿Qué valoración tienes de Arsenio Rodríguez y Dámaso Pérez Prado?
Ellos son la máxima expresión de la cultura ancestral de mi bisabuelo congo. Arsenio Rodríguez, crea el mambo a nivel conceptual y en su formato instrumental, gracias a que en las ceremonia de los congos se decía: Abre cuto güiri mambo, o sea: Abre el oído y oye lo que te voy a decir. El mambo está compuesto del Tambor de yuca que tocan los congos, y es la base del ritmo, y la parte que tocan los trompetas. Algo de este ritmo lo tocaban los orientales en el tres y Arsenio era tresero. Por eso, cuando consolida su sonido no estaba haciendo algo extraño sino que le daba forma a la esencia de la negritud en Cuba. Arsenio en vida, reconoció la importancia de la difusión de Dámaso Pérez Prado, y este, a su vez dijo en una entrevista que sin Arsenio no hubiese pasado lo que pasó en el mambo.
Uno por crearlo y el otro por ser el Rey, lo cierto es que difundieron un ritmo cubano de raíces africanas, propiamente congas, que es sin duda el más escuchado en la banda sonora del cine mexicano, norteamericano, y europeo de los años 1940, 1950 y 1960. Desde 1949, cuando Pérez Prado tocó mambo nº5 en El suavecito, filme mejicano; en 1954 llega a Italia y se escucha en el film Mambo, Cerezo Rosa tocado por su autor, luego en el film West Side Story se escucha Mambo Nº5 y Patricia; ambos temas salen también en La dolce vita.
¿A qué atribuyes que La Habana de los años 50, del siglo pasado, fuera una meca musical, donde coincidieron figuras como el Chori y Freddy con Ernesto Lecuona y Nat King Cole?
La infraestructura musical con que contaba La Habana en los años cincuenta era única, hasta RCA Víctor tenía sede habanera, contribuyó a eso, el éxito del mambo, el bolero, el son cubano en Estados Unidos y su cercanía con ese país hizo un turismo muy potente.
El empresariado cubano de la República supo unirse para traer a Cuba a lo mejor de la escena musical de Estados Unidos y Europa. No solo vino Nat King Cole, sino con él vino Sarah Vaughan, en mi libro hay un foto de ella con Bebo Valdés y Nat en unos ensayos en Tropicana. Los empresarios también trajeron a Lola Flores y Pedro Vargas; juntándolos en el teatro América.
Los empresarios en la república -sin apoyo del estado- se organizaban y traían lo mejor. Contando con la ventaja de tener estrellas propias como Rita Montaner, Pérez Prado, Lecuona o Bola de Nieve que, a su vez, viajaban a América del Sur y Europa.
Carlos Patato Valdés fue quizá el último de los mohicanos de la percusión cubana en Nueva York, donde nació la salsa. ¿Qué importancia tuvo en la música latina que animó la gran ciudad en los 70-80 del siglo XX?
Primero, hay que recordar que Patato Valdés fue el responsable de crear las clavijas de afinación para las tumbadoras (congas) cubanas, sin él la afinación de la percusión cubana fuera cero. Además de gran percusionista, era técnicamente un innovador que no solo toco bien la rumba sino que supo mejorar el instrumento que llega hasta nosotros. Patato está en la portada de mi libro junto a Brigitte Bardot, pues estuvo en la película "Y Dios Creó a la Mujer", quise esta foto como homenaje a su figura que, por suerte, pudo tocar en los últimos discos de Bebo Valdés y Cachao.
¿Por qué el gobierno castrista solapó la música popular cubana con el valioso Movimiento de la Nueva Trova?
Porque convirtió a la Nueva Trova en su banda sonora original. No olvidar que la creación del sistema de vigilancia Gran Hermano más grande de América son los CDR (Comités de Defensa de la Revolución) su canción la hizo Sara González, pilar portavoz hasta su muerte de la dictadura. Cuba Va, es otra canción que legitima a la dictadura cantada por Pablo, Silvio y Noel... Estas canciones, por años, fueron el acompañamiento de los discursos del comediante en jefe.
Cabrera Infante, con su relato "Delito por bailar chachachá", se metaforizó como bardo de la música anterior a 1959. El chachachá, el mambo, el bolero, el son, eran música que difícilmente podían identificarse con la revolución cubana. No olvidar que la Guantanamera, se hace un símbolo de la revolución ajeno a esta. Peter Seeger, la canta en Estados Unidos, con versos de Martí, no era una versión conocida en Estados Unidos y, al final, es aceptada por la dictadura, como han tenido que aceptar y reconocer, 50 años después, a Buena Vista Social Club que no es la música que ellos han promovido como revolucionaria. Compay Segundo, Ibrahim Ferrer y Rubén González estaban muertos de hambre en los años noventa, cuando Ry Cooder les salvó los últimos años de sus vidas, pues la revolución -a pesar de haber sido estrellas en los años cincuenta y no haberse ido de Cuba- los tiró a un lado.
Hablando de Buena Vista Social Club, Mijaíl Gorbachov, que acaba de fallecer, desató el nudo comunista; obligando al castrismo a una operación de arqueología cultural, que contribuyó a fenómenos como la agrupación creada por Juan de Marcos. ¿Cómo evalúas aquella etapa?
Hay que dejar claro que la revolución no tuvo nada que ver con el fenómeno de Buena Vista Social Club o La Vieja Trova Santiaguera. A mi entender, Gorbachov -dejando de patrocinar a fondo perdido a la dictadura cubana- propició que La Habana tuviera que abrirse al extranjero, propiamente al turismo, de todo tipo, incluyendo el empresarial y el musical, y dejó, por una miseria, que Ry Cooder alquilara los estudios de la EGREM para grabar ese disco.
Un álbum que ya ha vendido más de 17 millones de copias para su discográfica londinense World Circuit; ganando millones de dólares ajenos a la revolución. Eso sí, enriqueció a sus músicos que estaban, como digo en la pregunta anterior en la miseria, Ibrahim Ferrer limpiando zapatos, como me contó en Sevilla en 2001, cuando le entrevisté.
Gorbachov propició que con la crisis de los años noventa la dictadura cubana tuviera que ceder y abrirse a la propiedad privada y dejar, siempre de forma muy estrecha que los cubanos hicieran algún tipo de negocio privado.
No obstante, hoy sabemos que muchos de los negocios privados son de hijos de dirigentes de la revolución y lo que empezó para todos los cubanos, hoy en realidad es de los cubanos que sustentan el poder y sus familias.
El nuevo siglo trajo nuevas sonoridades; ¿Qué valores alberga el pentagrama cubano en estos 22 años?
Sin dudas, si hay un elemento nuevo en el tablero musical foráneo en el ámbito cubano es el reguetón. Y sin dudas Cuba se ha convertido, con varios exponentes, una vez más en líder. Si miramos los reviews de las canciones de Descemer Bueno con Enrique Iglesias o de Gente de Zona, se puede decir que Cuba no deja de sorprender y de estar presente en cada tendencia de música que se ponga de moda; manteniendo su hegemonía en el Latin jazz.
Mientras ambos músicos de sonoridad reguetonera están en la cima, Gonzalo Rubalcaba, Chucho Valdés, Omar Sosa, ganan Grammys Latinos y americanos con su trabajo. Sin olvidar, que en la modalidad de rap político que estaba dominado por Calle 13, o sea, Residente, por primera vez una canción hecha y cantada por cubanos, como Patria y Vida, ganó mejor canción urbana y mejor canción del año en los Grammys Latinos del 2021. Sin dudas, marcada por el hecho de que dos de los que participaron en ella, Luis Manuel Otero y Maykel están presos entre otras cosas por cantar esa canción.
Si tuvieras que formar un trabuco musical cubano, ¿a quién pondrías en cada instrumento del All Star de todos los tiempos?
En la percusión, pondría a Dafnis Prieto en la batería y Roberto Jr. Vizcaíno; en el piano a Gonzalo Rubalcaba; en la voces, a tres cantantes Yadira Ferrer, Laura Flores y Dono Arango; en la trompeta a Carlos Sarduy y Julio Carbonell con Paquito de Rivera; bajo Alex Font, el tres Arian Ríos, en los arreglos de toda la banda a Orbe Papa Ortiz.
Tocarían canciones de Mane Ferret, e invitaría, especialmente a Xiomara Laugart, con una nueva versión de ""Hoy mi Habana", a quien Maykel Osorbo (tras sacarlo de la cárcel) le haría featuring.
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