La madre cubana Yanelys Benítez Tápanes publicó un demoledor mensaje en las redes sociales en el que reflexionó sobre la triste realidad del país y afirmó que ya no quería seguir sobreviviendo, sino que quería vivir.
“Cuando era niña, vivía en el campo, rodeada de familiares, era feliz, dentro de lo que cabe, vivía en una casa de tabla de palmas, techo de guano y piso de cemento, no teníamos refrigerador, ni lujos, pero no faltaba la comida, siempre con un solo para de zapatos para salir y un vestido, porque mis padres estaban construyendo una casa en la ciudad y había que sacrificarse para poder vivir mejor. Y lo hicimos!!! Vine a vivir a la ciudad con 11 años, casa nueva, muebles nuevos, refrigerador. Al Finn!!! Pero al cumplir los 12 años, llegó el periodo especial, infinitas carencias, igual mis padres se las arreglaron para que siempre tuviéramos que comer, pero las carencias eran sin límites”, escribió Benítez Tápanes en su cuenta de Facebook.
En su publicación contó también que se esforzó para estudiar porque pensaba que de esa manera no pasaría más carencias pero que cuando se graduó, teniendo ya una hija pequeña, apenas comenzó a ganar 148 pesos por lo que tuvo que pasar un curso de para trabajar en el turismo.
“Viví mucho mejor, incluso me daba gustos y mi hija vivía con todo!!! Y hasta de más!! Pero no podía ir a un Hotel, ni conocer el mundo, ni comprar una casa… Ahora al fin tengo mi casita,tristemente la heredé de mi padre, ya con 2 hijas bellas y de nuevo a sufrir carencias, pero esta vez es peor, esta vez, es pobreza extrema!! No puedo comprar ni una confitura a mi niña pequeña, me vuelvo loca buscando que darle de comer, mi salario, que ya es de mi profesión, no me alcanza para comer 10 días”, afirmó la desesperada madre.
Dijo también que ya tenía 44 años y que siente que se ha pasado su juventud y la mejor etapa de su vida intentando sobrevivir. Afirmó que era muy triste depender de lo que le regalan otras personas y que necesitaba poder hacer planes futuros.
“Me cansé de estar estancada, me cansé de no poder quejarme, de no dormir a causa de los apagones, el calor, los mosquitos...me cansé de pagar medicamentos a sobreprecio, me cansé de hablar bajito por temor a las consecuencias, me cansé de decirle a mi hija, no te lo puedo comprar..., no tengo dinero. Me cansé de sufrir porque extraño a mi hija mayor que emigró. Como tantas familias, la mía también está separada, me cansé del estrés, de la depresión, del desespero. YA NO AGUANTO MÁS!!!! NO QUIERO SEGUIR ESPERANDO PARA PODER VIVIR!!! PORQUE SE ME ESTÁ PASANDO LA VIDA ”, escribió en el final de su post.
En los últimos tiempos se han vuelto frecuentes estos mensajes de madres cubanas en las redes sociales. Este mismo lunes Trilce Denis, madre de dos, criticó la propaganda del gobierno sobre el inicio del curso escolar en medio de las carencias que enfrentan las familias y los niños que apenas tienen merienda, zapatos o mochilas para llevar a las escuelas.
A finales de agosto pasado Venus Carrillo Ortega compartió en las redes sociales su desacuerdo con la medida tomada por la Dirección Municipal de Educación de La Lisa, en La Habana, de quitar el pan de la merienda en los círculos infantiles.
"Es que muchos niños, precisamente por la escasa variedad de alimentos y la mala educación nutricional que tenemos, solo meriendan pan; pan solo, sin nada, ese el duro, ácido y pequeño que te dan en la bodega. Entonces, ¿Qué me va a comer durante varias horas, hasta que mamá o papá lo recojamos en el círculo?", inquirió al respecto.
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