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La activista por los derechos de las personas LGBTI en Cuba, Kiriam Gutiérrez, denunció un caso de transfobia en el que expulsaron de su trabajo a una mujer transexual por vestir uniforme de mujer.
La víctima es Keilys Carranzana Álvarez, de 20 años, natural de Cabaiguán, Sancti Spiritus, quien hasta el pasado lunes trabajaba en la campaña de supervisión y fumigación contra el mosquito Aedes aegypti y la prevención del dengue.
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Gutiérrez responsabilizó de la expulsión a una persona que responden al nombre de Omar y es jefe de recursos humanos en el policlínico "Carlos Juan Finlay", quien también es miembro del colectivo gay de esa ciudad.
"A Keilys, para poder trabajar, le exigen vestir con ropas de varón, sin maquillaje, aretes, sandalias o calzado de mujer, sin ajustadores, y debe esconder su cabello en una gorra", denunció Gutiérrez.
En este caso se estarían violando al menos dos artículos de la Constitución cubana y el Código del Trabajo vigente, en el que se reconoce los derechos de las personas por su identidad de género.
Gutiérrez aseguró que la coordinadora de la oficialista red Transcuba, Malú Cano, organización adscrita al Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), tiene conocimiento del caso, pero esta manifestó que actualmente no podía hacer nada porque tenía a su mamá enferma de dengue.
"Las personas trans existen, tienen derecho a un trabajo digno y que sean respetadas sus identidades", finalizó la denunciante, no sin antes pedir la liberación de la transexual Brenda Díaz, una de las presas políticas de Cuba tras las protestas pacíficas del 11J.
CiberCuba no ha podido contrastar esta información con otras fuentes. Hasta el momento la dirección del policlínico ubicado en Cabaiguán ni el CENESEX habían respondido los mensajes enviados.
Kiriam Gutiérrez además de activista por los derechos de las minorías sexuales es una mujer transexual cubana que utiliza su espacio en las redes sociales para criticar atropellos que sufren determinadas personas en la isla.
Sus publicaciones, generalmente de corte personal, critican el acoso, la violencia institucional o el desamparo que viven las personas LGBTI en Cuba, a pesar de que el discurso oficial intente transmitir una imagen de tolerancia.
"El miedo aún vive en mí", reconoció en un emotivo artículo en el que rememoró la violencia que sufrió desde pequeña en su escuela porque los demás alumnos no entendían que, a pesar de haber nacido como varón, se sentía identificada con el género femenino.
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