Vídeos relacionados:
Ante la crisis energética que atraviesa Cuba, trabajadores forestales del municipio Mantua, en Pinar del Río, recibieron la misión de fabricar carbón para su venta a la población para poder cocinar.
Más de seis mil núcleos familiares dependen del accionar de estos hombres, que cada mañana salen a los bosques con sus yuntas de bueyes a extraer la madera necesaria para hacer los hornos, primer paso del duro proceso.
Lo más leído hoy:
"Nos dieron la misión de tumbar madera para hacer carbón, que es con lo que se puede cocinar", dijo un productor al telecentro Tele Pinar.
Las autoridades locales organizaron la producción de carbón vegetal con pequeñas brigadas forestales y de la empresa tabacalera, para dar solución a la escasez de medios para cocinar que sufre la ciudadanía por los apagones y la falta de gas.
"Hay mucha gente quejándose de que no tienen con qué cocinar, el fluido se va, entonces nosotros buscamos esas alternativas; los jefes se reunieron con nosotros y nos dijeron que podíamos hacer carbón para la población, y aquí estamos, a ver hasta dónde podemos llegar", comentó otro carbonero.
Tras dos semanas de iniciar el proceso de sacar, enfriar y empacar el carbón, salieron directo para la venta los primeros 200 sacos, una cifra insuficiente para la demanda.
La esperanza para aquellos que no puedan adquirirlo ahora es que queda todavía una segunda ronda de extracción, y hay madera suficiente para levantar nuevos hornos.
De lo que no habla el reporte del telecentro es del precio al que el Estado venderá el carbón a la población, un tema que ha originado quejas en otras provincias.
A finales de agosto, una usuaria protestó por el alto precio del saco de carbón en una feria agropecuaria efectuada en el municipio San Luis, en Santiago de Cuba.
"Llegó un saco de carbón, que ellos alegan que porque es de exportación, que se hizo una conversión a MLC, pero está muy caro: ¡300 pesos el saco de carbón!", cuestionó una mujer, entrevistada por TurquinoTeVé.
El elevado precio del carbón afecta a los pobladores, que además de soportar los apagones, tienen que elaborar los alimentos con combustibles naturales porque tampoco disponen de servicio de gas licuado.
Hay lugares donde la crisis ha llevado a familias a calentar su comida al sol, como les sucedió recientemente a dos ancianos hermanos, residentes en el municipio de San Juan y Martínez, en Pinar del Río.
"Al sol, así calientan en esta casa su almuerzo, porque el poco tiempo de electricidad que hay apenas alcanza para cocinar. Por supuesto, aquí no llegó el gas y la única vía que tienen es usar sus cocinas eléctricas, pero con qué luz", denunció la periodista Claudia Padrón Cueto.
Archivado en: