Regresa a España terrorista de ETA refugiado en Cuba

Iñaki Rodríguez Muñoa vivió en Cuba junto a su pareja, la también etarra Elena Bárcenas Argüelles, más conocida como “Tigresa”, en una zona residencial de La Habana. Ambos eran buscados por su presunta participación en el asesinato de un capitán español.

Movilización en el País Vasco (2018) para pedir el retorno de miembros de ETA deportados © Berria
Movilización en el País Vasco (2018) para pedir el retorno de miembros de ETA deportados Foto © Berria

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Este artículo es de hace 2 años

El miembro de la banda terrorista ETA, Iñaki Rodríguez Muñoa, regresó a España después de más de tres décadas de residencia en Cuba, país donde encontró refugio tras ser deportado a Cabo Verde en 1986.

Rodríguez Muñoa, alias "Zippo", fue detenido en Francia en 1985 junto a un grupo de terroristas vascos por tenencia de explosivos y municiones, y posesión de documentación falsa. Además de "Zippo", resultaron detenidos en la operación Iñaki Etxarte, Amaya Eguiguren y Elena Bárcenas Argüelles, más conocida como “Neska”.


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Según reveló en 2011 el diario español La Razón, “Tigresa” formó parte de uno de los últimos “comandos” de la rama “político militar” de ETA, denominado “La Piedra”, y se le imputa, entre otros crímenes, el secuestro y posterior asesinato del capitán de Farmacia, Alberto Martín Barrios, calificado como “uno de los más siniestros de los cometidos por la banda criminal”.

“Vivía en Cuba junto con su pareja, y también miembro de la célula, Rodríguez Muñoa, ‘Zippo’, en una zona residencial de La Habana exclusiva para miembros del Partido Comunista castrista”, añadía la publicación.

Los cuatro terroristas ostentaban el dudoso honor de haber sido los primeros juzgados por un tribunal francés bajo los cargos de “asociación de malhechores”, un punto de inflexión en la percepción francesa del problema del terrorismo en el País Vasco y del comienzo de la colaboración con España para ponerle fin.

Junto a los también etarras Francisco Javier Pérez Lecue y José Ignacio Echarte Urbieta, “Tigresa” protagonizó en 2011 uno de los episodios más rocambolescos de la historia de refugiados de la banda en Cuba, al huir de la isla por mar, ante las trabas de las autoridades cubanas para abandonar su territorio.

Los tres “etarras balseros” huyeron de Cuba y recalaron en Haití, desde donde continuaron su travesía hacia Venezuela en un barco que portaba bandera española y que encalló cerca de las costas venezolanas, donde fueron detenidos por las autoridades.

Al momento de su detención, el único que mantenía causas pendientes con la justicia española era Echarte Urbieta, investigado por el juez Eloy Velasco Núñez de la Audiencia Nacional en relación con la participación de miembros de ETA en labores de entrenamiento en Venezuela a miembros de la propia banda terrorista española y de las FARC colombianas.

En aquella ocasión, Rodríguez Muñoa no abandonó Cuba. Según revelaciones de la prensa española, la fuga de la isla del grupo de terroristas se habría debido a presiones de carácter económico del régimen cubano, y a la situación de estrechez de los etarras, que no pudieron soportar el “período especial” que les tocó vivir luego de años de privilegios.

Además de "Zippo", otros dos etarras regresaron recientemente al País Vasco. Se trata de Emilio Martínez de Marigorta y Félix Manzanos Martínez, que se encontraban residiendo en Cabo Verde desde hace 33 años.

A su regreso, los terroristas no han tenido ningún problema judicial por haber prescritos sus crímenes u otras circunstancias. Según La Razón, “los crímenes que pudieron cometer han prescrito o están a punto de hacerlo; y las víctimas se quedarán sin la justicia que merecen”.

Rodríguez Muñoa, también fue relacionado con el secuestro y asesinato del capitán Martín Barrios, quien fuera secuestrado el 5 de octubre de 1983 cuando salía de su domicilio para dirigirse a su puesto de trabajo en el gobierno militar de Bilbao. El cuerpo sin vida del oficial, amordazado y con un tiro en la sien derecha, apareció una zona boscosa de las inmediaciones de Bilbao. Hasta la fecha, el crimen sigue impune.

Por su parte, la asociación de familiares de presos encarcelados por pertenecer a ETA, Etxerat, aseguró que aún quedan dos refugiados en Cuba. Se trataría de los terroristas José Ángel Urteaga Martínez y Josu Abrisketa Korta.

El régimen de La Habana suscribió un acuerdo en 1984 para acoger a una veintena de miembros de ETA. Los servicios secretos españoles consideran que Cuba acogió a otros miembros destacados de la organización terrorista, pero nunca se ha conocido oficialmente el número total de ellos que encontraron refugio en la isla.

Para las autoridades del régimen cubano, las organizaciones terroristas son "movimientos nacionales de liberación". Alegando “inseguridad jurídica”, La Habana siempre se ha mostrado reticente a cooperar con España en los casos de extradición de miembros de ETA, una banda que desde sus inicios estuvo en contacto estrecho con el régimen de Fidel Castro.

“Durante años el régimen de los Castro ha servido de plataforma desde la que financiar y promocionar la desestabilización de sistemas democráticos y la expansión del marxismo dentro del planeta”, dijo el diputado español Iván Espinosa de los Monteros en junio de 2021.

“Eso es lo que mejor sabe hacer el régimen cubano y en España lo sabemos bien porque ya hace 50 años había aquí militantes de la banda terrorista ETA recibiendo formación terrorista en la isla”, añadió.

En 2019, un informe realizado por el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo en coordinación con el Ministerio del Interior español estableció las conexiones entre Ernesto Guevara (“el Che”) con el grupo terrorista Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación (DRIL), culpable de la primera muerte por terrorismo en España.

Durante años, Cuba ha estado en la lista de países que patrocinan el terrorismo que elabora el Departamento de Estado estadounidense, entre otras razones por su acogida histórica de miembros de la organización terrorista vasca ETA y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

En abril de 2021, el escritor y exintegrante de ETA, Joseba Sarrionaindia, regresaba al País Vasco luego de más de tres décadas en La Habana. De acuerdo con medios vascos, Sarrionaindia fue condenado en 1980 por tres delitos —otros tres fueron archivados, y de un séptimo resultó absuelto—, pero sus causas habían prescrito.

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