Vivir del Cuento continúa haciendo reír a los cubanos. En su último episodio, un turista noruego llega a casa de Pánfilo con el deseo de conocer un poco sobre Cuba, sus costumbres y realidad, aunque al parecer no apareció en el mejor momento.
Después de pasar toda una noche en una cola para comprar aceite y regresar a casa con las manos vacías, mientras Chacón se llevaba por “la izquierda” varias cajas del producto, Pánfilo y Chequera no están muy bien de ánimos pero aún así reciben al invitado (encarnado por el actor Roque Moreno) que ha traído Cachita.
Ambos personajes se preocupan un poco cuando su vecina les comenta que el turista viene buscando “una cosa que no encuentra en Noruega”, pero la sorpresa pasa cuando les dice que se trata de inspiración.
Rápidamente, Pánfilo hace una acotación que tiene mucho de humor pero también de doble sentido: “Eso lo va a encontrar. Si algo nos sobra a nosotros es inspiración”.
En medio de la conversación sobre los artistas que buscan inspiración viajando a otros países, Pánfilo se pregunta si Leonardo Da Vinci se basó en alguna persona molesta de esas que están en las colas de trámites de la vivienda para pintar la Monna Lisa, porque esta luce algo “obstinadita”, aunque aclara que no se la imagina subsanando errores.
Chequera se pregunta si el cuadro de La última cena podría haber estado inspirado en Cuba pero el personaje que interpreta Luis Silva no lo cree porque a su juicio “esa mesa estaba cargadita”.
De forma muy sutil y con el humor como centro, los dos personajes lanzan una crítica a dos de los problemas existentes en la isla: lo engorroso que se vuelve hacer cualquier tipo de trámite y la escasez de alimentos.
La trama se complica cuando el turista noruego insiste quedarse en la casa de Pánfilo para ver cómo este cocina. El personaje reconoce que para esto sí necesita inspiración, pues lo único que tiene son unas croquetas de pescado que pensaba freír pero no pudo comprar el aceite.
Un momento muy divertido en el programa es cuando el visitante va a la reunión del CDR y trata de comprender los problemas que existen en el barrio como la escasez de agua, los robos, la recogida de basura y muchos más, aunque los directivos ven su presencia como una “amenaza”.
En este episodio de Vivir del Cuento el humor vuelve a ser la herramienta para poner sobre la mesa carencias y problemas en la isla, el atraso con respecto a otros países y las supuestas “verdaderas intenciones” que las estructuras políticas buscan en aquellos que llegan a Cuba procedentes de otros lugares del mundo.
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