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El huracán Ian destruyó la casa y la finca de Isabel Urquiola, madre de los hermanos Omara y Ariel Ruiz Urquiola, tras su paso por la localidad de Viñales, Pinar del Río, una de las zonas com mayores afectaciones.
"Mi madre y los animales están bien. Sin techo, pero vivos", escribió Omara poco después de conocer los destrozos que provocó el ciclón en el lugar, que también es su casa.
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Por su parte, Ariel compartió fragmentos de las comunicaciones que ha establecido con su madre, quien se mantiene esperanzada a pesar de la pérdida de todo lo material que construyeron en los últimos años.
"Ella muy ecuánime 'a trabajar, volver a levantar la casa, las cuadras, las cercas, los cultivos, y las crías'. Ese es el sentido de la vida cuando te coartan los vínculos con tus seres queridos, te apegas a la tierra como único asidero", escribió el científico cubano en las redes sociales.
En una publicación anterior, Ariel explicó que su madre pasó la tormenta junto a todos los animales que hay en la finca de Viñales, a la vez que reclamó su derecho a regresar a Cuba.
Los hermanos Ruiz Urquiola tienen prohibido el retorno al país por sus posicionamientos políticos en contra del gobierno, sin que las autoridades reparen en sus estados de salud y que el viaje a Estados Unidos de Omara fue para recibir un tratamiento oncológico.
"Nos llevó la mitad del techo. Esto ha sido terrible, la cuadra y la casita. Gracias a Dios estamos vivos y los animales grandes también, los cultivos ni contarte. Se llevó la casita de Yosbi, la de Felo y cualquier cantidad abajo. ¡El dolor lo supera sólo el estar vivos!", relató la señora a través de su hijo.
Desde hace años la pareja de hermanos y su madre llevan adelante un proyecto familiar para cultivar alimentos y criar animales en una finca ubicada en el valle de Viñales, al accidente de Cuba.
En la finca han recibido a amigos y diplomáticos estadounidenses, pero también se han enfrentado a la burocracia y el acoso de funcionarios del Ministerio de la Agricultura que pretenden quitarles las tierras por no cumplir, presuntamente, con los contratos de usufructo.
También la finca ha sido atacada por personas desconocidas, poniendo en peligro la vida de los animales y llevando al límite a la familia Ruiz Urquiola, que solo desea producir alimentos para ellos y subsistir con las ganancias de su trabajo.
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