Residentes en el municipio San Juan y Martínez, en Pinar del Río, afectados por el azote del huracán Ian al occidente de Cuba, denunciaron el abandono del gobierno y afirmaron que a sus comunidades no ha ido nadie a preocuparse por ellos.
Pobladores de Punta de Carta, Campo Alegre y La Tea criticaron la nula gestión de los funcionarios gubernamentales, que no se han acercado a sus localidades para conocer la situación en la que se encuentran tras el paso del evento meteorológico, según trascendió en un reportaje del portal de noticias Cubanet.
Autoridades locales acudieron a reunirse -presuntamente- con "el pueblo", pero según las personas entrevistadas no hablaron directamente con ellos. “El pueblo está aquí”, exclamó, añadiendo que el delegado no había preguntado siquiera cómo estaban.
"Nadie viene a preocuparse por este pueblo, ni por los niños, los ancianos ni por los encamados", denunció una mujer indicando que las autoridades se olvidaron de los ancianos durante el paso del ciclón.
"Aquí existen personas", exclamó otra vecina, que añadió también la falta de preocupación del gobierno por los niños "que se están muriendo de hambre sin leche ni pan, que llega cada dos días".
Las imágenes del video muestran un escenario de catástrofe, donde una gran cantidad de techos quedaron derribados, permanecen escombros en el piso y los ciudadanos cargan cubos de agua en carretillas y con ayuda de caballos. Las casas -muchas con techo de guano- fueron severamente dañadas.
El agua que toman deben extraerla de un pozo gracias a vecinos que han prestado un motor para sacar el líquido. Posteriormente, deben llevarla en carretones hasta sus casas.
Además de estar limitada, el agua a la que tienen acceso difícilmente sea potable pues "trae cangrejos muertos, gusanos, cucarachas, lo que caiga en el pozo", afirmó una señora.
Según trascendió del reportaje, los habitantes debieron comenzar a reparar sus casas con los materiales que pudieran rescatar.
Un vecino explicó que están uniendo los pedazos de techo -sacados del fango- como pueden, con clavos hechos de alambre porque no tienen cómo sostenerlos.
En otras zonas afectadas de Pinar del Río, los pobladores han salido a revisar las áreas donde puedan encontrar algún medio para reconstruir su techo y no tener que dormir a la intemperie.
En el territorio más afectado por el huracán Ian, muchas personas siguen en el olvido mientras la recuperación de la zona está oficialmente a cargo del general de Cuerpo de Ejército Ramón Espinosa Martín.
Las cifras del desastre son alarmantes: aproximadamente 228 familias de esa provincia no tienen a dónde regresar, luego de haber perdido sus casas por el huracán; casi 2,000 personas continuaban evacuadas en domicilios de familiares y en centros hasta este fin de semana; 29,561 viviendas quedaron dañadas, y de estas, 2,213 fueron derribadas totalmente por el viento.
Para reparar sus viviendas, además, deberán comprar los materiales a mitad de precio o endeudarse con un préstamo bancario, pues el gobierno no los ofrecerá gratis y difícilmente les alcance su salario para adquirir cemento, tejas y otros elementos necesarios.
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